¿Asesino u homicida?
Depende de cómo recibes las ideas de los participantes en una reunión, puedes lubricar el espíritu de orientación hacia las soluciones u oxidarlo por completo.
La responsabilidad es enorme.
Algunos son puros asesinos (con alevosía y casi nocturnidad, por los horarios que infligen a sus colaboradores...), pero los más, son puros homicidas involuntarios : se cargan, sin darse cuenta, esa valiosa predisposición a la mejora continua.
No se trata de vivir inmerso en un brainstorming perpetuo, pero tampoco hay que poner palos a las ruedas a cualquier muestra de creatividad o innovación. En el post anterior, trato precisamente de esa acogida de ideas.
Arriba tenéis un vídeo que ilustra a la perfección el peligro mencionado