Año: 1996. Duración: 145 minutos.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Productora: 20th Century Fox / Centropolis Entertainment.
Director: Roland Emmerich.
Guión: Dean Devlin y Roland Emmerich.
Fotografía: Karl Walter Lindenlaub. Música: David Arnold.
Intérpretes: Will Smith, Jeff Goldblum, Bill Pullman, Mary McDonnell, Judd Hirsch, Randy Quaid, Margaret Colin, Robert Loggia, James Rebhorn, Vivica A. Fox, Adam Baldwin, James Duval.
Resulta que en la década de los 90 hubo un repunte del cine de tipo catastrofista que tenía como objetivo mandar al mundo al garete con todo tipo de amenazas que llegaban, fundamentalmente, del espacio. "Independence Day" es, junto al "Armaggedon" de Michael Bay, el mayor exponente -y el mayor bombazo en taquilla- de este tipo de cine.
Le podremos poner a la película todas las pegas que queramos -su simpleza y estupidez narrativa, sin ir más lejos- pero lo cierto es que, en su conjunto, supone un entretenimiento tan espectacular y llevadero, para disfrutar sin más pretensiones que las de pasar un buen rato y olvidar que nos están contando una historia que no tiene ni pies ni cabeza. La crítica la puso patas arriba en balde, ya que el público se lo pasó en grande con esta aventura apocalíptica en la que el mundo -aunque nosotros veamos únicamente la ofensiva estadounidense- detiene una amenaza extraterrestre. Rompió todos los récords de taquilla del año (superó los ingresos de "Parque Jurásico") y sus efectos visuales -la escena en la que vuelan la Casa Blanca ya tiene un hueco en la historia del cine- recibieron un merecido Oscar.
Los extraterrestres no piensan dejar un edificio en pie
El director de la función no es otro que Roland Emmerich, quien después del éxito de la película, ha vuelto a probar suerte en el cine catastrófico aunque con desiguales resultados. Emmerich, de origen alemán, venía de firmar "Estación Lunar 44" (Moon 44, 1990) y de dar el salto a Estados Unidos con la reivindicable cinta de acción "Soldado Universal" (Universal Soldier, 1992), interpretada por Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren. Posteriormente dirigiría la infravalorada "Stargate, Puerta a las Estrellas" (Stargate, 1994), "Godzilla" (1998), "El Patriota" (The Patriot, 2000), con Mel Gibson o "El Día de Mañana" (The Day After Tomorrow, 2004). Sus dos últimas películas son bastante dispares. "2012" (2009) supone una continuación de su cine catastrofista y espectacular centrado en el posible fin del mundo que anunciaron los mayas y "Anonymous" (2011) trata sobre si realmente Shakespeare escribía sus obras. Un tipo versátil el Emmerich.Will Smith y Jeff Goldblum dispuestos para salvar el mundo
Bill Pullman es el presidente de los Estados Unidos
Por estas cosas de la vida, unas naves espaciales comienzan a emitir una señal que se recibe en Estados Unidos el 2 de julio, un par de días antes de la fiesta nacional del día 4: el Día de la Independencia. La nave alienígena llega a la Tierra y se divide en grupos de numerosas naves que comienzan a tomar posiciones en las ciudades más importantes del mundo.El presidente de los Estados Unidos Thomas Whitmore (Bill Pullman) recibe una llamada y enseguida organiza un gabinete de crisis para encauzar la situación.
Al mismo tiempo, el técnico David Levinson (Jeff Goldblum) consigue descifrar la señal que proviene de las naves y todo parece indicar que se trata de una cuenta atrás para llevar a cabo un ataque. Ni corto ni perezoso, agarra a su padre y se van a la Casa Blanca para alertar al presidente. Allí, logra entrar gracias a Constance Spano (Margaret Colin), que además de jefa de prensa es su ex-mujer.
Por su parte, el capitán del Cuerpo de la Marina Steven Hiller (Will Smith) debe personarse en la base para ver lo que está ocurriendo. Su novia Jasmine (Vivica A. Fox) y su hijo, se reunirán con él. Y ya está el tinglado organizado.
Como es de esperar, todo el elenco de personajes sufrirán mil y un inconvenientes -es lo que tiene una invasión alienígena- que los separará y los volverá a reunir en uno de los mayores y más entretenidos espectáculos del cine catastrófico de los 90. ¿Americanada? Si, claro. La película está hecha en Estados Unidos. ¿Patriotera? Psé, es algo que a mi, personalmente, ni fú ni fá. Porque al margen de sus defectos y sus discursos de gloria, ver a Will Smith como uno de los salvadores de la humanidad tiene su punto.
El humo de la victoria