En estos tiempos de cuarentena a veces tengo ganas de salir corriendo hacia cualquier parte, pero solo consigo paliar mi ansiedad frente a una pantalla. Porque la pantalla es una ventana más en estas cuatro paredes. Y no todo son gratas sorpresas cuando asomas tu cabeza por ese corredor virtual: noticias amarillistas, cultos extravagantes, identidades desconocidas, imágenes llenas de excesos y delirios. Tropiezas con todos los matices y grietas de la conciencia humana desde sus inicios hasta el día de hoy (y posiblemente de mañana). Todo esto lo expone muy bien la película peruana Videofilia <y otros síndromes virales> (2015), película dirigida por Juan Daniel F. Molero, actualmente en la cartelera de Cineaparte.
La película cuestiona la realidad a través de la deformación de la misma. Una realidad que se mimetiza con lo virtual, y viceversa, llevando a lugares insospechados las posibilidades de la imagen. Retrata lugares donde habita la juventud de la clase media limeña: una Lima habitada por seres inadaptados y excéntricos, algunos marginales y freaks, que gozan de libertad ante los ojos del director que no le pone límites a la relación entre ellos, sus deseos y las redes. Las vivencias de estos personajes nos llevan a espacios de una ciudad en donde el matrimonio entre lo milenario y lo moderno es parte de la cotidianidad. Podemos contemplar el atardecer sobre una huaca de una cultura precolombina mientras la protagonista consume ácidos. En otros escenarios, vemos el comercio clandestino de pornografía, a fieles seguidores de los juegos virtuales, seres adictos a salir de sí mismos y dejarse solos en el ciberespacio. Y también vemos la búsqueda de lo mágico en la limpieza mediante un baño de florecimiento o pasarse el cuy. Ese contraste entre lo ancestral y lo electrónico pone en evidencia nuestra necesidad de creencias esotéricas y experiencias trascendentales, que si bien se encuentran en el día a día desde tiempos primitivos ahora también se manifiestan en los algoritmos y gráficos dentro de una pantalla. Se trata de un verdadero viaje psicodélico que despierta en cualquiera un apetito por pixelear la realidad.
Esa fuga de lo virtual hacia lo real es el futuro, y Videofilia lo advierte. Esta invasión de la tecnología en nuestra vida y nuestra necesidad de “conexión” con lo impalpable es el principio de lo que podría ser un nuevo sistema de control. En Videofilia vemos cómo la tecnología está a merced de nuestros deseos y cómo estos pueden conspirar para desquiciarnos. Pero no vemos que la misma tecnología puede ser usada para controlar esos deseos y limitarlos. La misma herramienta que da libertad en este nuevo paraíso artificial puede encerrarnos en la más cruel prisión, una prisión que aún no podemos imaginar.
+INFO: 'VIDEOFILIA (Y OTROS SÍNDROMES VIRALES)'
+CINE: CARTELERA DE CINE EnLima