Videopost: Ser mujer negra en España (I)

Por Negraflor @NegraFlor_Blog

…vídeo-respuesta…

Esta reflexión que hoy te traigo es una respuesta a vídeo de Ntasha7189 en el que habla sobre cómo se siente siendo una mujer negra en España; vi el vídeo y sentí que yo podía hablar al respecto, así que aquí os dejo la primera parte de mi vídeo (ya sabes que cuando mis discursos se alargan, prefiero presentártelos en dos veces, para no resultar cargante).

En síntesis, vivir en España siendo negra no es fácil, pero también hay que partir de la base de que vivir como minoría en cualquier sociedad no es fácil. Yo entiendo que a Ntasha le hayan chocado muchas cosas, porque ella es Norteamericana (lo que noimplica que ella no haya experimentado el racismo, porque ninguna sociedad está exenta de él), ella ha compartido las cosas que le chocan, y yo he decidido compartir mi experiencia al respecto.A veces hay gente que me dice que ya no hay racismo, y esto, desde mi punto de vista, merece una precisión: yo ya no experimento ese racismo manifiesto y violento; pero existe un racismo más sutil y menos evidente, que es el que yo experimento en el día a día. No todos los días, pero están ahí.

No voy a entrar en uno de los temas que ha tocado Ntasha sobre esa mirada de índole sexual de algunos hombres, que creen que por ser negra una tiene que prostituirse (esto pasa sobre todo en las Ramblas de Barcelona); pero sí me voy a referir a cosas más sutiles, como ya he dicho; así que esto va a ser una especie de anecdotario de casos en los que me he visto.

Empezaré por decir que, en mi caso, lo que le choca a mucha gente no es solo que sea negra, sino que yo sea española. Hay gente que todavía se sorprende demasiado por que yo diga que he nacido en Barcelona; y lo peor es que hablo de gente de mi edad o más jóvenes. Esa es la gente que me choca que se sorprenda por que yo diga que soy española, y me preguntan cosas como “¿Cuánto tiempo llevas aquí, que hablas tan bien español?”, como para hacerme notar que soy diferente. A la gente le choca.

Para mí son estas cosas las que al final acaban hartando, más que el racismo expreso que sí me encontraba más en la adolescencia, en una etapa mucho más susceptible de mi vida. Ya no oigo por la calle cosas como “negra, vete a tu país”; pero hay momentos en los que la gente quiere hacerte notar el rechazo que les provoca la gente negra.

Otra cosa es que me encuentro es con la sorpresa de algunas personas cuando saben el nivel de estudios que tengo, o cuando saben en qué trabajo. A veces parece que hay ciertos niveles de educación y de empleo a los que los negros no podemos optar, que es raro, que no nos corresponde; y hay quien, siendo mucho más osado, me ha acusado de venir aquí a robar el trabajo a sus hijos.

¿Y qué hay que hacer ante todas esas reacciones? Pues, desde mi punto de vista, ignorarlas. Por suerte, puedo decir que hace tiempo que ese tipo de cosas, para mi propio bien, dejaron de ofenderme. Si quieres saber cómo continua la disertación, deberás esperar a pasado mañana, miércoles, para conocer el desenlace.

Espero conocer tus experiencias y opiniones a través de tus comentarios.