Hay conciertos que se quedan congelados en el tiempo. Quiero decir: por muchos años que pasen, siempre fueron ayer. No pasa con todos, solo con algunos. Y a mí me pasa con el de los Rolling Stones en el Bernabéu el 25 de junio de 2014, hace ya seis años. Una noche de verano recién estrenado en la que todo lo que tenía que salir bien salió bien y en la que las pocas cosas que podían salir mal no salieron mal.
Y es que sin necesariamente haber pagado por ello, acabamos todos en la zona delantera sin tampoco haberlo intentado demasiado ni haber trapicheado de más. Tan bien salió todo que hasta los que estaban literalmente en el gallinero fueron bajando tranquilamente, saludando a los de seguridad uno tras otro hasta, inexplicablemente, acabar en la zona delantera que costaba como cuatro veces más que sus entradas. ¿No he empezado diciendo que todo salió bien?
Así que nada, que era la última vez que venían los Stones a España. Luego resultó que otra vez era una mentirijilla, pues regresaron a Barcelona en 2017 y algo me dice que aún les tendremos tomándose la penúltima cuando los conciertos para las masas vuelvan a ser lo que eran. Es que llevamos escuchando que los Stones son viejos y ya lo van a dejar desde que tengo uso de razón, pero, a ver, ¿cómo va a ser eso si Mick Jagger tiene a día de hoy solo 76 años? O sea, que entonces tenía 70, lo cual es nada a estas alturas del rock. Bah, fijo que vuelven.
La cosa es que desde que toda esta mierda que nos merodea saltó por los aires en marzo, buceo cuando me da el punto en los archivos para buscar fotos de multitudes dándolo todo en conciertos. Cuanta más gente mejor, por llevar la contraria al distanciamiento social y para mantener el pulso mientras esperamos a que de nuevo podamos. Y, bueno, porque siempre encontré fascinante este tipo de reuniones colectivas de todos a una como Fuenteovejuna.
Aquella noche de junio (joder, ¡cuánto mola junio!) los Stones hicieron su habitual jukebox de éxitos encadenados para goce y disfrute y alegría y alboroto de la concurrencia. Tocando las mismas que llevan tocando veintitantos años y para qué más, la verdad. Dando lecciones de inmortalidad noche tras noche, como si el paso del tiempo ajeno les fuera. Quizás sí, no creáis. Seguramente.
La guitarra de Keith Richards estaba estupendamente alta, atronadora como una fantasía de rocanrol (y se aprecia en los vídeos que ahora veremos, fijarse, que mola todo). Eso lo comentamos varias veces durante la velada y de eso me sigo acordando. Qué lujo, ¿no? Pues un poco sí. Y lo que os decía, que buscando en una vieja cuenta de Dropbox di al fin con las fotos que recordaba que tenía, esas del Bernabéu bien bonito con mogollón de gente alzando los brazos y cantando y aullando y dejándose ir. Déjate ir un poco más, anda.
Así que al dar con las fotos, me he dicho 'venga va, sigamos con el hilo de Twitter, sigamos con la sección de viejos Vídeos de grandes conciertos en los que en algún momomento muchos coincidimos porque estuvimos'. Este es el capítulo 23 desde que empecé en pleno confinamiento y por ahora no veo motivo para dejarlo, pues aunque tengamos conciertos, desde luego no van a ser para 54.000 personas a la vez como este. Que sigue siendo, eso sí, el último de los Rolling Stones en Madrid. Eso sí y da cosica.
Pero venga, que seis años después, recordemos que la crónica de turno ya la escribí AQUÍ y tiene fotos guapas de Patricia Cano. Lo que procede ahora, para seguir con el serial de recuerdos, es básicamente ver los viejos vídeos de aquella noche, grabados por cualquiera, con la calidad justa. No sé si os pasa, pero mis recuerdos no son con varias cámaras en HD, ni 4K, ni tienen realizador; mis recuerdos están mal grabados, son borrosos y tienen un sonido mejorable. Por eso me gusta así.
La idea de este hilo es sencilla: Recordar grandes conciertos a los que asistí y a los que muchos también fuisteis. Para hacer tiempo hasta que podamos de nuevo reunirnos
Vídeos de conciertos: AC/DC el 31 de mayo de 2015 en el Vicente Calderón de Madrid https://t.co/aEjYmQyUkj pic.twitter.com/vqQOHoWJCo— Mercadeo Pop (@mercadeopop) April 1, 2020