Viejos slogans políticos.
Se acercan unas municipales. No creo que
sean tan decisivas como las municipales de 1931, que provocaron la caída de
la Monarquía y el advenimiento de la II República, pero sí son las municipales
más decisivas de la ¿democracia? en España. Momento para Monedero, uno de los
líderes de Podemos que dejó de pagar una pastón a la casa común, Haciendo somos
todos, unos más y unos menos. Momento para dar importancia a los apellidos.
Monedero, de monedas, Luis de Guindos, de guindar. Momento de recordar viejos slogans
políticos y la interpretación que dieron a sus propias palabras una vez
instalados en la lubricada silla del poder.
PSOE. “No a la Otan”. También se gritaba en las calles el “Otan no, bases fuera”.
Felipe González, el bonsaiero trasformado en adicto a la pasta que ha cobrado
de las grandes corporaciones del Ibex-35, una vez arriba, ingresó a España en
la Otan. Corría 1982 y los Mecano llenaba estadios (no todo iba bien). EL PSOE
mintió a millones de votantes y aquí paz y gloria. En lugar de Mr. Marshall
vino el euro, el euro alemán. Ya sabemos todos lo que vino tras el euro.
CIU. “Fets,
no paraules”. “Hechos, no palabras”. Viejo lema del partido nacionalista y
conservador catalán. Era la época Pujol, el gran líder, padre político de Artur
Mas (actual President) y gran tótem de Catalunya durante toda este llamado
período democrático. Los hechos fueron el cohecho. Pujol robó a “cor que vols”
(“tanto como quieras”). Estos fueron los hechos, y el resto son
palabras.
PP. “Libertad,
Libertad”. Aquella era la cantinela. Era la maldita canción que uno oía
hasta en el excusado. ¿Se puede ser mejor humorista? El PP aprobó en diciembre
de 2014 la Ley Mordaza, según la cual, si te manifiestas ante el Congreso te pueden
dar de palos hasta dejarte seco.
En 2012 el PP sacó el siguiente slogan, que
por decoro, por si algún menor leyendo esto, evito comentar: “Si coges la papeleta, tendrás que pagar la receta".
Bueno, tranquilos, la democracia está
asegurada. Rajoy y Pedro Sánchez firmaron semanas atrás un pacto de Estado
contra el yhiaidismo, movimiento que tiene su base en la miseria y la falta de
esperanza. Pero, como siempre ocurre con las leyes “miedo”, han colado un gol
por la escuadra a la «ciudadanía-conjunto de usuarios que viven-dormitan-sueñan
en España». En el artículo 573 se dice: “Se considerará delito
de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida o la
integridad física, la libertad, la integridad moral, la libertad (… ¡¡!!!!)
cuando se llevara a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades:
subvertir el orden constitucional”. ¿El qué? ¿El orden constitucional que
pactaron unos señores que no me representan, allá, en la bochornosa transición
o “el pacto de los cobardes”, cuando Franco lo dejó todo atado y bien atado y
todos dijeron amén, y nadie procesó a tipos que mataron y torturaron ¿eso es
delito de terrorismo? Ahí de mí, qué no sé a quién votar, si a los de atrás, a
los de delante o a los de dar vueltas en círculo.