El jardín de la Caridad es un espacio recoleto arropado de árboles al costado del Teatro de
la Maestranza, poniéndole a la ciudad una nota minúscula y coqueta de verdor e
intimidad al amparo del aire abrasador que asola Sevilla en estos días tórridos
al caer la tarde. Se diría que se trata una plazoleta ampliada que invita a la
confidencia y al susurro entre el verdor de sus añejos árboles guardianes de la
sugerente umbría.Es un paisaje
anexo al Hospital de la Caridad que tiene enfrente, el palacio donde el
poderoso señor de Mañara, arrepentido de su vida licenciosa, construyó en el siglo XVII esta casa de caridad, entorno ideal donde la compañía Viento SurTeatro ha escenificado la noche del 8 de agosto la comedia
Tiempo de burlas y entremeses escrita y dirigida por Antonio della Casa (que también actuaba) en homenaje a
nuestra tradición teatral hispánica y más concretamente a los autores áureos
mediante la vida de una atribulada compañía de cómicos que se desplazan a
través del tiempo haciendo su trabajo en lucha contra las circunstancias siempre
adversas que le rodean, inasequibles al desaliento pese a todo. Obra estructurada
en cinco actos, interrumpidos siempre al final por las voces inquisitoriales
que cubren de silencio la escena, la línea existencial de los cómicos se va
deslizando como cajas chinas ensartando algunos entremeses (recreados de Cervantes o de Quiñones de Benavente) en los que no faltan los bailes y las
letras ingeniosas con guiños a la actualidad en la que aterrizan finalmente
para atestiguar que la humanidad nada ha cambiado en problemas y
circunstancias, motivo fundamental para que el teatro siga justificando su
existencia como voz crítica, que frente a la pasividad y al abandono, sigue
guiándonos para ofrecer a la humanidad el camino de la dignidad y la justicia
que hoy, después de tantos siglos de civilización, se nos niega y por ello
mismo el teatro sigue siendo tras muchos siglos de existencia (en la idea del montaje de Viento Sur Teatro), siempre igual y
siempre diferente en su eternidad por los siglos de los siglos.