- ¿Quieres reducir la velocidad? gritó aterrada - ¿Adónde me llevas?- Vamos al aeropuerto y ya es tarde. Respondió aferrando las manos al volante.- ¿Al aeropuerto?- Si, viajaremos hoy.- ¿Adónde iremos? y ¿El equipaje? - lo miraba atónita - ¡Te enloqueciste!- ¿Quieres callarte? -soltó exasperado- ¿Por qué quieres cuestionar todo lo que hago? Nos vamos, para salir de la rutina, para que podamos hablar tranquilos sin tener que preocuparnos por nada ni nadie, solo por los dos.- Pudiste avisarme y al menos hacer una maleta.- ¿Te das cuenta? eso es exactamente lo que me tiene enfermo - cada vez subía mas el tono de voz y llevaba el acelerador casi a fondo - quieres controlarlo todo, quieres que te lo diga todo, quieres saberlo TODO... si te lo hubiese dicho no iríamos en camino, estaríamos discutiendo en casa... - su respiración se entrecortaba, un ardor insoportable se instaló en su pecho, la movilidad de su brazo izquierdo se iba perdiendo - todo lo que necesites lo buscaremos allí.- Vale - dijo intentando calmarse - trata de relajarte, reduce la velocidad y todo saldrá bien.- Lo siento - su voz se debilitaba - No quería subir la voz, hablarte así... yo...- ¿Amor, que pasa?Su visión se nubló, escuchaba muy lejana la voz de su esposa, de un momento a otro sus ojos se cerraron, el vehículo colisionó de frente con la base de un puente vehicular.
Ella despertó mucho después, viajaba en una ambulancia pensó en su esposo, quiso levantarse pero de nuevo se durmió.
Hoy el lado derecho de su casa permanece vacío, cada nuevo invierno trae consigo el recuerdo de aquella noche lluviosa, el recuerdo de aquel trágico final. aquellos vientos que anuncian el invierno invaden su piel con la sensación de soledad que la acompaña desde entonces; si hubiese sabido que era la última vez, lo hubiese abrazado y besando tanto... le hubiese dicho que lo amaba tanto y mas que a ella misma... si hubiese sabido, tal vez habría deseado irse con él.
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