En el mar y en el aire, los ingleses continúan hostigando a los alemanes, en un intento por eliminar sus fuerzas navales como preludio de una contraofensiva terrestre en Noruega. A la altura de Stavanger, el crucero pesado Admiral Hipper se une con los cruceros de batalla Scharnhorst y Gneisenau. Los tres grandes buques tratan de regresar a Alemania tras su agitada participación en Weserübung. Pero los ingleses no se lo van a poner fácil, o al menos, lo van a intentar con más intención que fortuna. Detectados por aviones de reconocimiento del portaaviones HMS Furious, la RAF envía varias oleadas de aviones para atacarlos. El mal tiempo y la niebla frustran el ataque inglés. En el norte, mientras un escuadra británica navega a toda máquina hacia Narvik, la RAF ataca al Kampfgruppe 4, fondeado en Kristiansund, con 23 bombarderos Blenheim, 36 Wellington y 24 Hampden. Pese al tamaño de la fuerza inglesa, el mal tiempo y la oportuna aparición de cazas de la Luftwaffe vuelven a frustrar a los ingleses. 9 aparatos británicos son derribados contra 5 alemanes. Solo uno de los aviones ingleses llegó a avistar a los buques alemanes, pero no lo alcanzó. En Bergen, más al sur, tres oleadas de aviones SKUA atacan el puerto, tampoco sin lograr resultados.
BERLÍN: El Ministerio de Exteriores del Reich pide a Suecia “neutralidad absoluta” en el conflicto. Ni que decir tiene que los suecos, bastante impactados por la sorpresiva y contundente intervención alemana, cumplirán exactamente lo solicitado por Berlín.
MAR DEL NORTE: Al oeste de las Islas Órcadas, el U-37 hunde al vapor británico Stancliffe, de 4.511 toneladas y que transportaba 7.200 toneladas de mineral de hierro. El capitán y 20 tripulantes mueres; los 16 supervivientes son encontrados en una improvisada balsa de madera.