Rival Sons - Pressure and time / Electric Man / Open my eyes
Hoy -ayer jueves 3- cumplen mis mellizos padawanes cuatro años. No sé que no habrá cambiado en mi vida desde aquel momento. Casi todo para bien, exceptuando las horas de sueño y ese tipo de cuestiones. Una de las cosas que también ha cambiado es que ahora escucho más música, aunque parezca mentira. Y es por el invento este de los #VDLN. Nunca he sido de ir a conciertos, ni estar todo el día con el walkman/mp3 enchufado. Pero tenía mis grupos y discos de cabecera, mi gusto más o menos definido -incluyendo los placeres culpables-, y nunca me había preocupado por ampliar ni refinar mi discoteca. Ahora cada miércoles o jueves me veo buscando canciones. Y en estas 128 semanas he descubierto -en mis post y en los vuestros- bandas nuevas y viejas, estilos y letras. Algunas se han añadido a mis playlists, como los Royal Blood, Volbeat, Reignwolf, Screaming Females, Danko Jones, Sexy Zebras, Flaming Lips, Electric Six,... Otros no tanto, pero los he disfrutado igual. Otras semanas he redescubierto bandas que hacía mucho que no recordaba, o que escucho de vez en cuando pero me encantan. Y en bastantes ocasiones he recurrido a mis clásicos, a mis Queen, AC/DC, Faith No More... Esta semana tengo en mi lista pendiente varios grupos que traeros, pero no tengo ni idea de qué escribir, cuál elegir, ni cómo hacerlo. Será mi tímpano perforado y mis pinchazos idiopáticos en la cabeza. Será que hoy es el cumpleaños de mis padawanes. Será que esta semana sigo con la misma presión, y con poco tiempo. Un latizago.
Y así es cómo mi cerebro electrificado elige. Rival Sons es de esos grupos que vuelven a descubrirnos lo que nunca acabó de marcharse, el blues-rock, y que ya dejó de ser un revival sin más. De los estilos que mejor encajan en mi libreta musical, con el hard rock y a ratos el punk. Ahora viene otro latigazo. Descargas que me dan en el oído o en el cráneo y que hacen que escriba, escuche y decida a tirones. La cefalea punzante debe ser lo más parecido a ser un tipo eléctrico que voy a conocer en la vida.
Así que desvelo uno de mis secretos. La mitad de las veces no sé lo que hago. No conozco ni la mitad de la música que escucho, ya me gustaría. Y la mitad de lo poco que escucho es por espasmos, por azar, o por inercia. Pero como ya dije alguna vez no recuerdo dónde, una de las razones por las que estamos vivos es por pura casualidad. Ni te cuento ya lo que elijo. Solo abro los ojos y espero el próximo latigazo.
Tengo que dejarlo ahí. Más de veinte minutos es mucho tiempo para escribir, escuchar y decidir a tirones. A latigazos. Será mi tímpano perforado y mis pinchazos idiopáticos en la cabeza. Será que hoy es el cumpleaños de mis padawanes, y entre ibuprofenos, tartas y latigazos en el oído no sé dónde tengo la cabeza.
Os dejo aquí directamente los códigos, tanto para Blogger como Wordpress. Si alguien necesita otro distinto, que no dude en pedírmelo.
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