The Black Keys es uno de esos grupos a los que les gusta usar técnicas de grabación de "baja fidelidad", como grabadoras de cinta y equipos analógicos. Y son ellos mismos los que llevan a cabo gran parte de la grabación y producción de sus trabajos. Parte del álbum Thickfreakness fue grabado en tan sólo 14 horas en el sótano de Carney en una grabadora de ocho pistas de los ochenta. Y suelen experimentar con técnicas de grabación poco usuales, como usar ruidos de fondo, o ecos.
Su último trabajo es de este mismo año, Turn Blue, pero sigo prefiriendo el El Camino, de 2011. Y ya han comentado en alguna ocasión que piensan meterse en el estudio de nuevo para el año que viene.
¡Feliz #VDLN! ¡Y que la Fuerza os acompañe!
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