Voy tarde, lo se... Hoy la inmensa mayoría estaréis abriendo ya la primera ventanita de los calendarios de adviento comprados en el super y, este post, de viernes DIY especial calendario de adviento handmade puede resultar un poco inútil.... Peeeeeero, tengo la esperanza que lo leáis y lo guardéis para el año que viene y os atreváis a hacer vuestro propio calendario de adviento.
Desde hace mucho tiempo, tenía en mente hacer un calendario de adviento diferente... El que tenía antes era de la tienda Tiger, de tela, muy chulo, pero bastante molesto tener que rellenarlo con bolsitas y demás. Mi intención era lanzarme a uno con técnicas de scrapbook, pero no conseguí encontrar exactamente lo que quería y, después de pasear por Pinterest, me decidí por uno más rústico...
MATERIALES:
- 24 bolsitas de diferentes medidas de arpillera ( podéis ponerla de terciopelo, de telas de colores o lo que más os guste... A mi, personalmente, me gustaba la arpillera porque le da un toque rústico ). Las podéis comprar en tiendas tipo " todo a cien ", en Amazon o en tiendas especializadas
- Tela de pizarra ( yo la compro en Jan et Jul, porque aprovecho la feria Creativa barcelona para aprovisionarme de las cositas de esta tienda )
- Cuerda ( tipo rústica, del grosor que creáis conveniente )
- Una rama seca ( si, una rama más o menos gruesa de un árbol cualquiera )
- Pintura Chalk Paint ( yo he usado el color beige antigua de Pinturas La Pajarita )
- Rotulador de tiza blanca ( o de colores )
- Máquina de coser, hilos, tijeras,....
PASO A PASO:
Lo primero de todo, es preparar el palo o la rama... Yo escogí una rama bastante recta sin apenas corteza, con lo que pude pintar directamente. Solo corté las ramas que sobresalían hasta dejarla sin nada y pinté por encima con brochazos irregulares, sin llegar a cubrir del todo el color original.
En la foto tal vez no se aprecia muy bien, porque el color original de la rama es también muy clarito... Pero la idea es que quede muy rústico, como mal pintado.
Lo siguiente es recortar 24 redondeles en la tela de pizarra. Podéis hacerlo como yo, usando un vaso pequeño y dibujando uno a uno en la tela de pizarra o bien, si sois más pro, usando una Big Shot como dice mi amiga Anna Bags.
Después, hay que coser los redondeles en las bolsas. Aquí tenéis dos opciones: Usar la máquina con puntada de zig-zag, o coser a mano uno por uno con punto de festón.
Yo opté por hacerlo a máquina, que es más rápido. Primero intenté hacerlo directamente sin abrir las bolsas, pero era casi imposible, así que, al final, me dediqué a abrir las costuras de cada bolsita, coser la tela de pizarra, volver a coser las costuras, y listos
Una vez terminamos con las bolsa y tenemos nuestra rama pintada seca, se trata de cortar trozos de cuerda de diferentes medidas. Hacemos un pequeño agujero en la parte de atrás de la bolsa ( con unas tijeras mismo ), pasamos el hilo y anudamos. Anudamos el otro extremo en el palo, dejando la cuerda un poco larga para que quede más tosco.
La gracia es ir poniendo las bolsas a diferentes niveles con diferentes largos de cuerda.
Para colgar, usamos también un trozo de cuerda que anudaremos en cada extremos del palo.
Por último, escribimos los números, del 1 al 24, de forma desordenada en cada uno de los redondeles. Así será más divertido tener que buscar cada día que bolsita toca abrir!!!!
Este es el resultado:
¿ QUÉ PONER DENTRO DE LAS BOLSITAS ?
Una vez acabado, falta decidir que poner dentro de las bolsitas.... En mi caso, casi la mitad están llenas de planes en familia ( podéis leer mi post del miércoles con algunos de los planes que hemos puesto este año ). Somos una familia muy activa y nos encanta disfrutar de los espectáculos, los mercadillos y los talleres que se organizan por estas fechas en Barcelona.
Por supuesto, en todo calendario de adviento, no puede faltar alguna chocolatina o alguna chuche... No me gusta para comer a diario, pero tres o cuatro días tienen como sorpresa unas monedas de chocolate, unas piruletas navideñas, etc.
Por último, en nuestro calendario, no faltan los pequeños detalles: Gomas bonitas para el pelo, pulseras, cacao para los labios, alguna bomba de baño de Lush, lápices de colores, pequeños juguetes....
La cuestión es que cada día haya una nueva sorpresa diferente... Y este año, estoy deseando que lleguen a la del día 20, porque esconde una super sorpresa: Un viaje a Nápoles!!! Shhhhh, no se lo digáis a nadie 😉