La NSA colocó esos programas tanto en ordenadores conectados a una red como en computadoras sin conexión, gracias a una centenaria tecnología adaptada a los tiempos modernos: la radiofrecuencia, cuyas herramientas, normalmente una tarjeta, son instaladas físicamente por una persona en el ordenador vigilado.
Según el New York Times, entre los objetivos más frecuentes de vigilancia de la NSA a través de este sistema están el Ejército de China, las Fuerzas Armadas de Rusia, la Policía de México y los carteles de la droga, instituciones de comercio de la Unión Europea y países aliados en la lucha contra el terrorismo como Arabia Saudí, India y Pakistán.
Esta versión avanzada de la radiofrecuencia, que la NSA utiliza al menos desde 2008 y lleva por nombre en clave "Quantum", se basa en un canal secreto de ondas de radio que puede ser transmitido a través de tarjetas USB instaladas a escondidas en los ordenadores.
En algunos de casos, la información la recoge una estación del tamaño de un maletín que las agencias de inteligencia pueden colocar a miles de kilómetros del objetivo.
La NSA se pronuncia al respecto. La NSA, que rechazó hacer comentarios sobre el programa Quantum en concreto, aseguró en un comunicado que sus "esfuerzos son más una defensa activa" contra los ciberataques extranjeros que una herramienta ofensiva.
"Nosotros no usamos nuestros servicios de inteligencia para robar secretos comerciales de compañías extranjeras en beneficio de las empresas de EEUU y su competitividad internacional", afirmó la portavoz de la NSA Vanee Vines, según recoge The New York Times.
Por el momento, no existe ninguna prueba de que la NSA haya instalado programas de vigilancia similares en ordenadores de EEUU.
El exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) que reveló los programas de espionaje de EEUU, Edward Snowden, se incorporará en febrero a la fundación Freedom of the Press, creada por Daniel Ellsberg, conocido por la filtración de los Papeles del Pentágono durante la Guerra de Vietnam. "Snowden es la quintaesencia del informante estadounidense y un héroe personal para mí. Las filtraciones son la savia de la república y, por primera vez, el público estadounidense tiene la oportunidad de debatir democráticamente los programas de espionaje de la NSA", manifestó Ellsberg.