VII CP Villanueva de Algaidas

Por Juan Andrés Camacho Fernández @CorredorErrante

Tras un impás de 2 días en los que hemos tenido la Semana Santa y un doblaje del circuito de Fuengirola, ya finalizado y del circuito de cross de Diputación de Málaga, hoy volvíamos a las populares.

Llegaba tras una semana muy parado por la aparición de un pequeño edema en la inserción del tibial derecho, que no me impedía entrenar ni competir pero tras varias semanas sin irse, decidí comentar a tratar.

Tenía solo dos entrenos en el cuerpo y dos sesiones de fisio, una con EPI y la otra con acupuntura, terapia de ondas de choque y láser, que si bien me dejaron más dolorido de lo que estaba en los primeros días, me redujeron mucho la tensión.

Ayer troté suavemente y hoy venía con algo de incertidumbre, así que, aprovechando que llegué temprano, me puse a trotar con los gallos de cada grupo de edad, recorriendo la parte inicial del circuito.

Se intuía duro y a lo que más le temía era a las bajadas, ya que en subida al acortar la zancada iba genial, pero ya en el calentamiento notaba algo de rigidez en la parte posterior del muslo derecho, por suerte, indolora.

Acabé de calentar con Carmona, que me regaló dos pedazos de panes de pueblo como dos melones, uno integral y uno de los de toda la vida, le tengo que preguntar cómo se llama la panadería de Colmenar en la que los elaboran para hacerle publicidad al menos.

La salida se fue retrasando y al final comenzamos a correr cerca de las doce, sorprendido por el tirón inicial de Carmona, que me había comentado que hoy retendría un poco los caballos al comienzo de la carrera.


Como sabía que el primer kilómetro era entero de subida pensaba que en cualquier momento bajaría el ritmo y le alcanzaría, pero llevaba un ritmo implacable.

Por detrás escuchaba pasos cercanos pero de momento mantenía la segunda posición, a ritmo vivo pero guardando fuerzas para la subida.

Llegamos a la primera bajada fuerte y notaba una tensión mayor en la inserción del tibial derecho, así que decidí acortar un poco la zancada y guardar fuerzas para la subida, pero ni por esas recortaba distancia a Carmona.

Casi tres kilómetros tardé en darle caza, poco después del primer avituallamiento, en el que me eché medio botellín encima y me bebí el otro medio, ya que el calor era acuciante pese a la suave brisa que a veces soplaba.

Le animé a que me siguiera pero se quedaba poco a poco atrás, aunque al llegar al ecuador de la prueba, en la bajada infernal que nos había adelantado el speaker (me la esperaba de tierra o asfalto roto, pero me resultó llevadera), empecé a escuchar pasos desde atrás y pensaba que me iba alcanzando.

Llegamos a la subida y fui apretando, perdiendo fuerza poco a poco los pasos que me precedían y recuperándola en la posterior bajada, ya con Villanueva de Algaidas en el horizonte.

Pasé de largo en el segundo avituallamiento y los pasos cobraron mayor fuerza y de repente me sorprendió ver la camiseta azul del Nerja rebasándome, ya que esperaba a Carmona.

Era Rafa Roa, que me obligó a meter una marcha más para evitar que se escapase, ya que a falta de kilómetro y medio para la meta me había arrebatado la primera posición.

No llegaba a sentir dolor pero no iba cómodo en la bajada, por suerte, sabía que el último kilómetro sería de subida y tenía una última marcha pendiente.

Ascendimos codo con codo por la Calle Flores y cogí el interior en el giro hacia la Calle de Granada, recuperando el liderato y dispuesto a darlo todo en el ascenso final.

Sus pasos pisaban mis talones y a media altura comencé un cambio de ritmo con todo, no sabía si podría mantener la posición pero desde luego iba a darlo todo.

Miré el GPS de reojo y pese al desnivel, el ritmo bajaba de 3:30, un último sprint y estaría en meta, a la que finalmente llegué manteniendo la primera posición, con un tiempo de 31:32.

Tras la carrera, Carmona, que llegó en cuarta posición, me dijo que había sido muy conservador, pero en ese último kilómetro me vacié de verdad.


Toca recuperar esta semana porque la que viene tengo que correr de verdad, ya que tras la carrera de Cuevas de San Marcos tengo que trabajar.

Como nota para los organizadores del Circuito de Diputación Provincial, sería genial que no se pisen pruebas, ya que Júzcar y Cuevas de San Marcos se celebran el mismo sábado y ese domingo no hay ninguna, así podríamos participar en ambas pruebas en la próxima edición ;)