Amplia y variada oferta para este sábado de climatología veraniega, pero nuevamente música y danza me traían al auditorio mierense para seguir coleccionando los abanicos-programa y haber vivido las de los años 2009 y 2010 con todo lo que supone el paso del tiempo. Pero Reyes Duarte sigue aglutinando y sumando personal que parece no cumplir años, excepto los pequeños que crecen tan rápido como envejecemos los demás.
La fiesta de la música y la danza estuvo presentada nuevamente por el incombustible Alberto Cienfuegos Michel, capaz de cambiar de registro mejor que un teclado aunque "el inglés lo pronuncia sin acento" (el que lo pille para él) y el merengue del decisivo partido final de Liga le hizo madrileño. Finalmente una distinción de honor al equipo técnico de la Casa de Cultura por lograr tanto un sonido perfecto, difícil por las especiales características del evento, como una iluminación que pese a lo escasa demostraron que con buen gusto se es capaz de olvidar las carencias y escasez.
Imposible detallar las dos horas de espectáculo variado, alternando o combinando ambas artes y con agilidad entre ellos, sólo dejaré algunas fotos y unos breves comentarios.