Pero el juego poético fue un punto más allá, porque los alumnos pudieron participar eligiendo unas cajas preparadas por el autor, en cuyo interior aguardaban unos versos o el título de un poema, y quiso el azar que el primero de ellos correspondiera al poema Llámame, de Jesús Villalobos, quien realizó la lectura del mismo rivalizando en calidad declamatoria con el propio actor.
Continuando con ese juego, el trovador recordó figuras tan emblemáticas como las de Rafael Alberti, Antonio Machado, Federico García Lorca o Miguel Hernández, y animó a los alumnos a que subieran al escenario para leer los poemas elegidos. El acto se completó con otros versos de Rafael Morales, Carmen Conde, Felipe Benítez Reyes, Roger Wolfe o Luis Cernuda, y el propio Martínez puso el cierre con un poema de Jaime Gil de Biedma dedicado a los alumnos, en los que el poeta se lamentaba de la fugacidad de la juventud. Una mañana repleta de sensibilidad poética y musical que no se olvidará con facilidad.