Total, que menos mal que llevábamos buscada, más o menos, una ruta de senderismo para disfrutar del parque, porque de otra manera no habríamos sabido por donde tirar.
La mayoría de los monumentos de Vila Real se encuentra en la Avenida Carvalho Araujo, como el Palacio de los marqueses o Casa del Arco, la Catedral, la vivienda donde nació el navegante y explorador portugués Diogo Cao o el ayuntamiento.
En esta plaza es donde se encuentra algunos de los lugares en los que puedes comer. Haciendo esquina hay un pequeño bar donde preparan unas baguettes riquísimas que os servirán para la comida de las excursiones que hagáis por la zona. Nosotros compramos allí dos días, de diferentes rellenos y estaban muy ricas, además de a un precio irrisorio.