La feria de San Antonio supone una aglomeración de personas, tanto por el número de puestos como por los asistentes. En esas circunstancias, mantener la distancia de seguridad establecida por las autoridades sanitarias se hace prácticamente imposible. Por tanto, al igual que ya ha sucedido con otras festividades este año, la feria no tendrá lugar.
Esta medida se ha tomado dando absoluta prioridad a la salud pública. Si bien es cierto que las restricciones de los últimos meses han permitido la progresiva apertura de negocios y las medidas de confinamiento se han podido reducir, la amenaza de rebrote está presente y es la obligación del Ayuntamiento tratar de evitar que eso suceda.
Sabemos que San Antonio supone un día de arraigada tradición que la mayoría de villafranquinos disfruta con la alegría propia de la proximidad de la época estival. Sin embargo, es necesario mantener el espíritu de constancia, firmeza y sacrificio que nos ha permitido avanzar, lentos pero seguros, para superar tan tediosas circunstancias en nuestro municipio.
Por tanto, esperamos seguir mejorando las condiciones de vida nuestros habitantes para poder alcanzar una situación más normal lo antes posible. Aprovechamos también para aludir una vez más a la responsabilidad ciudadana; no sería en absoluto agradable retroceder en las medidas de precaución ahora, sabiendo que, si lo hacemos, expondremos a un grave peligro a la sociedad.