Village Mont Tremblant.

Por Evergara

En Mont Tremblant Village el paisaje es idílico, como sacado de un cuento de navidad.  Alberga uno de los más exclusivos resort de ski de Quebec donde cientos de turistas y amantes de este deporte llegan durante la temporada de invierno.

Riscos nevados y enormes pistas de ski nos acompañaron a lo largo de 2 horas, tiempo que dura el trayecto en carretera de Montreal a Tremblant.  Pequeños cafés, tiendas de conveniencia y tiendas de ropa para ski hay a lo largo del camino, ya sea para recargar baterías o comprar esas medias térmicas tan necesarias.


La carencia de estacionamientos en la "Village" nos indicaban que la temporada había iniciado.  Hacían unos -20 grados C y ligeros copos de nieve empezaban a caer cuando llegamos.  

Luego de quedar atónitos con la belleza del paisaje fuimos directo a almorzar a "La Diable", un Pub Bar con un tremendo ambiente donde elaboran su propia cerveza y la comida está llena de calorías para poder soportar las bajas temperaturas.


La Poutine, las ribs y la Diable Hamburger son de las mas solicitadas del lugar, además de su extensa variedad de cerverzas artesanales.  El lugar es un "must".

Luego de disfrutar del almuerzo nos dispusimos a recorrer la  "Village" a nuestro propio ritmo.  La pequeña calle inclinada, que da hacia la explanada principal, está bordeada de exquisitas tiendas, cafés y chocolaterías que le dan la bienvenida a la marea de personas que se concentran en Tremblant para estas fechas.

La temperatura invitaba a un chocolate caliente, para esto escogimos a "Made in France" una delicada pastelería francesa con una variedad de dulces y sandwiches para disfrutar hasta el último bocado.

Elegimos un "Pyramide", definitivamente una joya de postre que consistía en Mouse Chocolat bit, Biscuit Noisette y Feuilletine praliné que acompañamos con un delicioso chocolate caliente mientras veíamos pasar la gente a través de los enormes ventanales.

Mientras afuera la nieve no dejaba de caer, me dispuse a terminarme hasta la última gota del chocolate caliente mientras admiraba la exquisita colección de fotografías antiguas que cubren las paredes de esta pastelería.  El lugar en sí es bastante sencillo, comparten espacio con las fotografías, los menús de la gran variedad de sandwich que allí preparan para todos los gustos siendo el "Nicois"  y el "France" de los más solicitados.


En la nevera estaban el resto de los postres en espera de un paladar delicado y ambicioso, mientras que un puñado de "Macarrons" de diferentes colores estaban sobre el escaparate junto a los chocolates.

Caía la noche en Village Mont Tremblant y nos fuimos a dar una última vuelta por el lugar para comprar nuestros souvenirs que nos traerán gratos recuerdos de un día fabuloso en la nieve con la familia.  Si desean más detalles de este fascinante lugar pueden accesar a www.tremblant.ca