Son muchas las ocasiones en las que os he contado que me encanta visitar el norte de España. Así que cuando tras intercambiar algunos mails y llamadas concretamos que pasaríamos unos días en Asturias con los niños en compañía de Bárbara, Pablo y Tras me puse contentísima. El maravilloso contraste que hay entre los montes mediterráneos de mi Costa Blanca natal y la frondosa vegetación de las montañas asturianas me encanta y saber que estaríamos tan bien acompañados durante esos días me tenía emocionada.
Bárbara es la propietaria de El Trasgu La Fronda, una empresa familiar que se dedica a organizar actividades de agroturismo, multiaventura y naturaleza. Entre las actividades que programa podemos encontrar planes para todos los gustos: granjero por un día, rutas tanto a pie como en 4x4, paintball, observación de ciervos en la berrea, tiro con arco, rutas teatralizadas...
El Trasgu La Fronda
Ella y yo nos conocíamos desde hace tiempo y habíamos hecho alguna colaboración, ya nos había invitado a ir a verla en alguna ocasión pero aunque tenía muchas ganas no fue hasta poco que pudimos organizarlo todo para ir. Como queríamos a subir a Francia unos días nos pusimos en contacto y decidimos incluir unos días en Asturias a nuestra ruta de 29 días en coche por España, Francia y Andorra. A Barbara le encantó la idea de ser nuestra anfitriona durante unos días y sin duda os puedo decir que es la mejor anfitriona que podríamos haber tenido.
El Trasgu La Fronda
Ella no podría estar con nosotros todo el tiempo ya que tenía trabajo, pero sí concretamos antes de ir algunas actividades que haríamos juntos. En esa semana, ella ya tenía previsto realizar dos actividades concretas y que además están muy enfocadas a las familias con niños, así que nos apuntamos a ellas. Más adelante os contaré con detalle cada una de las actividades que hicimos, pero para que os hagaís una idea os las explico un poco.
Ruta teatralizada de La Aldea Perdida
La primera era la ruta teatralizada de "La Aldea Perdida", que se desarrolla entre las localidades de Entrealgo y Villoria. En la ruta recorrimos sus senderos y su historia usando como hilo conductor la novela de mismo nombre en cuyas páginas "describe el mundo rural de principios del siglo pasado y los principales cambios ocurridos en el Valle del Nalón y en Asturias durante la industrialización" Después, en el merendero de El Trasgu La Fronda disfrutaríamos de platos típicos de la Espicha.
La ruta del Alba
La otra actividad que había programada era "La ruta del Alba". En ella haríamos un poco de senderismo en familia por esa preciosa ruta, que además está habilitada por lo que con carros de bebés, bicis y sillas de ruedas se puede hacer sin problemas. Al acabar la ruta, iríamos a comernos unas truchas que nosotros mismos íbamos a pescar. No veas cómo las devoraron los peques. Y eso que decían que no les gustaba el pescado. ;)
La Vega de Bragañones
Además de estas dos, nos guardamos un tercer día para hacer una ruta en 4x4 por la Sierra de Redes. Como el viaje lo hacíamos en coche, llevábamos nuestras sillas para los peques. Tan sólo tuvimos que instalarlas en el todoterreno de Bárbara y ya estábamos listos para descubrir en familia La Vega de Bragañones.
Con estos tres planes previstos y comentando que el resto de cosas las haríamos sobre la marcha, el pasado 1 de agosto pusimos rumbo a El Tragu La Fronda. Las instalaciones de Bárbara están situadas en Villoria, una pequeña parroquia de Asturias que pertenece al concejo de Laviana. El Trasgu La Fronda está situado en plena montaña, totalmente envuelto en esa característica vegetación que encontramos en los montes asturianos. Allí, entre enormes árboles y con el sonido de los animales de fondo nos encontramos con un merendero de preciosas vistas en el que Bárbara y su familia deleita con ricos manjares asturianos que ellos mismos preparan, a quienes van a pasar allí el día.
Estuvimos allí, en su casa, casi una semana. Y ellos consiguieron que nos sentiésemos como unos amigos de toda la vida. Comimos frutas y verduras de sus huertos, estuvimos viendo a sus animales, dimos de comer a gallinas, vacas y caballos, los peques disfrutaron como locos con los perros, especialmente con Tras que nos acompañaba a todas partes, los mayores probamos los licores caseros que preparaban y la sidra de su lagar (que bueno estaba ese licor de fresas), aprendimos a reconocer las moras silvestres y nos comimos algunas... Los peques no pararon de jugar todo el tiempo, de correr por el monte, de reir, de inventar historias, de caerse y de levantarse... ¡¡¡Si cuando vi a Marco colgado boca abajo en las telas no me lo podía creer!!!
Cada mañana al despertar, me levantaba antes que nadie para prepararme un café, tostarme un poco de pan y sentarme a desayunar, sola, mientras observaba en silencio como se levantaba poco a poco la niebla, escuchando caer las gotas de rocío entre los árboles. Era una sensación tan increíble...
Poco a poco, toda esa naturaleza nos fue cautivando. Cada día que pasaba nos sentíamos más cómodos, más relajados, más tranquilos... tanto que llegué a confiarme en exceso y por culpa de ello, les dí un buen susto. El último día, cuando estábamos viendo a los caballos, en un momento dado dejé al peque en el prado. De repente una de las yeguas comenzó a caminar hacia nosotros y vi que iba a pasar justo por el lado. Temiendo que César sin darse cuenta fuese corriendo3f hacia ella hice un movimiento brusco para cogerle y la asusté. Como resultado me llevé una coz en la pierna sin más consecuencia que un buen moratón y unos arañazos. A César tan solo le rozó y se asustó más que otra cosa. Os lo cuento, no para asustar, ni para preocupar, ni nada de eso. Ya os digo que si no viese las cosas seguras no las haría con mis pequeños, si no para que todos tengamos presentes que siempre debemos tener cuidado. Los animales son animales y siempre pueden reaccionar de manera inesperada cuando se sienten amenazados. Siempre hay que tratar con ellos con cautela y sobre todo siempre hay que seguir las indicaciones de sus cuidadores que son quienes mejor les conocen. Y para que veáis que el susto ya pasó, hace un par de semanas volvimos a subirnos a un carro tirado por un caballo y César estaba contentísimo. Él dice que los caballos son muy chulis. :D
En fin, que pasamos una maravillosa semana llena de risas, animadas charlas y comida deliciosa. Para despedirnos la madre de Bárbara nos preparó una fabada casera que estaba para chuparse los dedos. Desde aquí quiero darles las gracias por acogernos, por tener tanta paciencia, por jugar tanto con los peques, por enseñarles y enseñarnos tantas cosas... Bárbara, Pablo, Violeta, Juanjo... Mil gracias por tratarnos tan bien. Ojalá no tardemos mucho en volver a veros, amigos.
Ahora os toca a vosotros contarme cosas. ;) ¿Qué os ha parecido el post? ¿Conocéis El Trasgu La Fronda? ¿Os gustan las actividades de agroturismo? ¿Y los planes de multiaventua? Podéis dejarme un comentario más abajo contándome lo que queráis. Yo os responderé. No olvidéis que los blogs se alimentan de vuestras interacciones. Comentar, compartir, decir que os gusta... Todo eso es lo que nos ayuda a crecer y seguir en la brecha. ;)
Más información: El Trasgu La Fronda yelturismorural.net(Turismo rural en familia, Asturias)
¿Queréis ver más fotos? Las podéis ver aquí
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