Félix Solís
Viña Albali Gran Reserva 2006
100% Tempranillo
13% Grad. Alc.
D. O. Valdepeñas, España.
En la espera previa a dejar Lima y tras los controles lo primero en llamar la atención de Cris en esta botella no es ni la marca y/o etiqueta sino la D.O. de éste tinto español: Valdepeñas. En Lima, así como en Curitiba, los vinos de Rioja y/o Ribera del Duero son los más fáciles de encontrar, pero últimamente los de D.O. Toro y ahora D.O. Valdepeñas van apareciendo en nuestro camino pudiendo así conocer un cachito de lo mucho que tiene por ofrecer España, y como en Brasil son ofrecidos a precios estratosféricos la oportunidad fue aprovechada al máximo.
De un granate algo translúcido con poco brillo, de bordes ocres, de una corpulencia entre leve y mediana.
En nariz, en las primeras copas de ambos lo primero que se percibe es algo licoroso, luego algo de madera, muy leve. En la segunda copa aparecen notas afrutadas, frutos rojos, y aquella leve sensación a madera continúa ahí. En las copas posteriores lo afrutado se intensifica en algo sin llegar a ser una explosión de frutas, siempre alternando con la madera que en ningún momento llega a incomodar.
En boca, de leve corpulencia sin llegar a ser aguado, de poca acidez. En las primeras copas se presenta más licoroso. Ya en la tercera esta sensación disminuye pero aún es cálido. Aunque lo afrutado se percibe no destaca, es leve; la sensación a madera aquí también es leve, también se percibe un toque de vainilla en el retrogusto; de final medio.
En esta extraña primavera Curitiba está con las tardes cálidas y las noches frías así que hay que tener cuidado con la temperatura: durante las primeras copas -durante el almuerzo- se le sintió más licoroso, la cosa es que conforme fue atardeciendo y bajando la temperatura –y el vino respirando y ya llegada la cena- esta sensación disminuyó considerablemente, aunque sin llegar a desaparecer.
Adquirido en Aldeasa (World Duty Free Group España Sucursal Perú) a S/. 36 (soles), equivalente a US$ 13 (unos RS 28 aprox.). Si se hubiera pagado lo que aquí en Brasil piden por un tinto equivalente (Gran Reserva) del mismo país definitivamente hubiera mermado en la experiencia final, pero a US$ 13 consideramos que tiene una buena rpc. Para tener una idea: un crianza cuesta aproximadamente el triple de ese precio por aquí –Curitiba-, entonces un Gran Reserva…; también es cierto que del grupo de cinco éste fue el más barato que se adquirió. Ya irán desfilando las otras botellas de la madre patria.
De Perú no sólo se puede traer ropa, juguetes y electrónicos, también se puede traer vinos, y aunque en este caso resultó un precio cómodo es mejor aún si –cualquiera de esos ítems- son comprados antes de llegar al aeropuerto y al duty free. No llega a ser memorable pero es una buena oportunidad de conocer algo de los tintos de esa región desconocida, al menos para nosotros.