Viñales: la tierra de los mogotes y los habanos

Por Pinceladasdeunamicroviajera @microviajera

Vistas del valle desde la carretera que llega al pueblo desde La Habana. Foto: Sara Gordón

Los caminos de tierra roja se entrecruzan en un laberinto. Foto: Sara Gordón

Si visitas Cuba no te puedes perder el valle de Viñales. La Habana te envuelve con su música y su gente pero Viñales es capaz de retenerte por su silencio y el cuidado balance entre los cultivos y una naturaleza salvaje. Desde los miradores del parque natural puedes admirar esta gran llanura verde interrumpida por montes de forma cónica llamado mogotes. Estos accidentes parecen brotar de la tierra como si fueran hongos aparecidos de repente sin que nadie los esperara. Lo más espectacular es descubrir que están cubiertos de una vegetación tropical, así que en medio de un paseo entre cafetales y caminos de tierra te ves envuelto en una frondosa selva. Nos cuentan que muchos de estos mogotes tienen cuevas que se pueden visitar y en las que se escondían los esclavos durante la época colonial.

Los mogotes al atardecer desde una plantación de café. Foto: Sara Gordón

Los cultivos que se extienden por las llanuras que rodean a los mogotes. Foto: Sara Gordón

Un guía local nos llevó a recorrer la zona. Foto: Sara Gordón

Esta zona es muy conocida por ser la tierra en la que crece el mejor tabaco del mundo: los Habanos. Existen varias plantaciones cerca de Viñales que se pueden visitar y otras en el camino al pueblecito. En ellas los trabajadores te muestran el secreto de su éxito y es que todo está hecho a mano. Cohiba en mano nos explican como saborearlo, como cogerlo con estilo, como esperar pacientes a que la ceniza caiga sola y como disfrutarlo con una buena conversación.

En la finca La Roya vimos una plantación de tabaco. Foto: Sara Gordón

Los puros se lían uno a uno. Foto: Sara Gordón

El pueblo de Viñales es muy pequeño y salpicado de casas bajas con mecedoras en los porches. Los locales se balancean al son de la música que sale de su casa en un intento de espantar el calor cubano. Se nota que la gente aquí vive más despacio, más tranquilos a pesar de la afluencia de turistas que va creciendo cada día más.

Todas las casas están pintadas de colores muy llamativos. Foto: Sara Gordón

En cuanto sales del pueblo la belleza del paisaje te envuelve. Foto: Sara Gordón

Mas o menos cerca de Viñales está el Cayo Jutias, y digo más o menos porque no está lejos pero la carretera está totalmente arruinada por baches del tamaño de un cráter así que entre esquivar agujeros y dos o tres averías del coche (no sería un buen viaje cubano si no hay avería) el cayo queda más lejos que cerca. Aún así merece la pena acercarse para pasear por una playa que parece totalmente virgen. Solo blanco y azul que se entremezclan.

Se llama cayo Jutias por un roedor con este nombre que habita en la vegetación del cayo. Foto: Sara Gordón

El azul turquesa del mar se confunde con el cielo. Foto: Sara Gordón

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