Déjanos presentarte a través de sus propias palabras no solo su genial obra sino también su experiencia personal, su infancia marcada por horribles recuerdos, sus años de juventud rebelde, los puntos de inflexión que cambiaron su vida para siempre… hasta llegar por fin al momento de reconocimiento y éxito dentro de una disciplina tan competida como la ilustración la cual le ha brindado su mayor triunfo, la posibilidad de ayudar a otros disléxicos como él.
Esta es su obra, estas son sus palabras…
Mi nombre es Vince Low y soy de Kuala Lumpur, Malasia. Soy Licenciado en Ilustración por The One Academy y mi experiencia laboral transcurre a través de un buen puñado de agencias de publicidad en las que he desempeñado labores de todo tipo, las cuales van desde diseñador a jefe de grupos creativos. Actualmente trabajo para Grey Group Kuala Lumpur como Jefe de Ilustración.
Sinceramente a día de hoy puedo decir que me siento agradecido por el éxito alcanzado, algo que nunca pensé llegaría a lograr durante mis “años malditos de juventud-disléxica”. Esta es una de las razones por las que estoy tan involucrado en todo tipo de campañas ya que realmente deseo que las generaciones venideras no tengan que sufrir lo mismo que yo durante aquella etapa de mi vida.
Cuando era joven, recuerdo que me sentía mal con casi todo lo que hacía. Mi discapacidad de aprendizaje me ha dado innumerables recuerdos horribles durante mi infancia. Pero hay dos momentos decisivos en mi vida que lo cambiaron todo.
Todo comenzó en mis días de escuela primaria cuando tuve que padecer un sinfín de castigos diarios porque nunca era capaz de terminar mis tareas a tiempo. Nadie hizo el esfuerzo de entender por que nunca podía terminarlas, los profesores simplemente preferían pensar que yo era demasiado vago o perezoso.
Las cosas empeoraron cuando pasé a primaria. Mis compañeros de clase me evitaban, y algunos incluso empezaban a meterse conmigo. Me sentía muy rechazado por aquel tiempo. Aquello no me gustaba y me hacía sentir como un extraño entre “estudiantes normales”.
A partir de todo aquello fue cuando comencé a salir con jóvenes pandilleros. Empecé a fumar, pelearme y saltarme clases. Nada era más importante que estar con mi pandilla, ni siquiera mi futuro. Aquellos momentos que pasaba junto a ellos por fin me hacían sentirme alguien “normal”.
Por aquel tiempo fue que Jason, un estudiante de primer nivel de mi escuela de primaria que también era buen amigo mío, vio que estaba echando mi vida a perder. Cierto día se acerco hasta mí y me dijo: “Vince, si sigues así (se refería a las fechorías que hacía junto con mi pandilla), en el futuro la vida te lo cobrará y no me gustaría tener que ver eso”.
Después de escuchar aquello, no sé que fue pero algo dentro de mi cambió y me hizo despertar de una vez. Desde entonces, hice todo lo posible para superar mi discapacidad de aprendizaje y me centré en mis estudios. Desafortunadamente, a pesar de todos mis esfuerzos no pude cambiar nada, y fallé una vez más.
Sé que mis padres en aquella época estaban un poco decepcionados, al igual que yo conmigo mismo. Mis padres y yo pensamos entonces que quizás podría ser un poco más fácil para mí encauzar mi futuro dentro del mundo del arte y de la música, ya que siempre había demostrado más talento en este tipo de disciplinas que en las convencionales.
Esa decisión lo cambió todo para mí, convirtiéndose en el primer punto de inflexión de mi vida. Me enamoré del dibujo, la ilustración y todo lo que tenía que ver con las artes. Todo lo que logré fue apenas sin esfuerzo y por fin comencé a ver hacia dónde se dirigía mi vida. Esta pasión eventualmente comenzó a brindarme diferentes empleos y muchos éxitos durante esos años, lo cual hizo que mi actual director creativo en Grey Group Kuala Lumpur decidiera que yo era el indicado para trabajar en la primera de las campañas de concienciación en mi país sobre la dislexia allá por el ya lejano 2013.
Cuando éste me informó en qué consistiría el trabajo, me mostró un vídeo explicativo acerca de cómo las letras parpadean y se mueven cuando un disléxico las lee. De pronto me sorprendí, me quedé atónito y sin palabras. Fue justo en ese momento cuando yo me di cuenta que era disléxico. La dificultad de aprendizaje que había experimentado durante toda mi vida no era igual a la de todos! La gente no ve letras saltando, moviéndose o parpadeando cuando lee! Aquello me dejó absolutamente desconcertado por un tiempo. No sabía qué sentir. Este momento fue sin lugar a dudas el segundo punto de inflexión en mi vida.
A partir de aquello comencé a trabajar en multitud de campañas en mi país acerca de la dislexia, tratando de llegar siempre con ellas a nuestro público objetivo. Tratando de educarlos sobre la dislexia, haciéndoles ver que los disléxicos no somos retrasados ni disminuidos mentales, que no somos víctimas de una maldición, sino de todo lo contrario, de una bendición disfrazada. Sinceramente espero y deseo que las campañas de concienciación ayuden a cambiar las vidas de muchos niños en mi país y que éstas les guíen hacia el lado más brillante de ser disléxico.
Por último, espero que los padres de mi país que tienen niños con síntomas de dislexia, den a sus hijos la oportunidad de descubrir su talento. Y a los disléxicos... compañero, si todavía te sientes perdido, debes saber que hay algo especial dentro de ti, todo lo que necesitas hacer es descubrirlo y creer en ti mismo. Espero sinceramente ver el brillo en la mirada de cada uno de vosotros cuando nos encontremos.
Vince Low
Si estas interesad@ en conocer más de Vince LowWeb OficialPerfil Behance
“No te olvides de compartir esta entrada a través de tus redes sociales si te ha resultado de interés, gracias.”
Quizás también te interese:- 40 CREATIVOS Y CONTROVERTIDOS ANUNCIOS DE PLAYSTATION- EL ANTES Y DESPUÉS EN PUBLICIDAD BY ASHOT GEVORKYAN- 25 PORTADAS DE DISCOS INSPIRADAS EN OBRAS DE ARTE- 50 WALLPAPERS MUSICALES QUE PUEDES CREAR CON PHOTOSHOP- DESCUBRIENDO A ERIK JOHANSSON