Es el primer cortometraje dirigido por Tim Burton, muestra el lado que siempre le gustó, la oscuridad, desesperación, miedo y figuras trasroscadas.
Este es el mundo de Vincent y cómo su obsesión transporta al espectador hacia una trama entre imaginación y realidad.
Vincent es tranquilo y obediente, y en sus fantasías sueña con ser su idolatrado Vincent Price, uno de los intérpretes de terror más admirados y respetados de la historia del séptimo arte.
El personaje del niño está basado en el propio Burton, quien desde pequeño admiraba a Vincent Price. El niño es descrito por la voz del narrador, que es el auténtico Vincent Price, utilizando rimas que rinden claro homenaje a Edgar Allan Poe...