Grandes vinos de Borgoña y pequeños de Burdeos y de Beaujolais, todos ellos víctimas del mal tiempo: varias grandes tormentas de granizo han afectado en las últimas semanas los viñedos en Francia y podrían afectar la producción de este año en el principal país productor de vinos del mundo. Côte de Beaune, Pommard, Volnay en Borgoña; Entre-deux-Mers y Côte de Castillon en Burdeos, además de Vouvray en elLoira y del Beaujolais: miles de hectáreas de viñedos, algunos famosos, se han visto afectados. Sin embargo, el granizo no ha tocado las zonas nobles de Burdeos ni tampoco Champaña o Alsacia.Las olas de tormentas y granizo, desde el mes julio, han golpeado sucesivamente toda Francia causando grandes daños. El precio más alto ha sido el pagado por los productores de pequeñas denominaciones de Burdeos: Bordeaux Supérieur, Entre-Deux-Mers y Côtes de Castillon.
En la noche del viernes 2 al sábado 3 de agosto, de las 37.000 hectáreas afectadas en la región de Burdeos por una violenta tormenta de granizo, cerca de 7.000 hectáreas de viñedo sufrían pérdidas del 80 al 100%.
"El área afectada es muy grande y hay propiedades enteras que están devastadas y han perdido casi todo", decía Bernard Farges, presidente del Comité Interprofesional del Vino de Burdeos (CIVB). Según él, entre 300 y 400 productores afectados no podrán compensar esel déficit como "la cosecha de 2013 ya se presentaba escasa, debido a la dificultad de la floración en junio".
Los viñedos de Bergerac fueron golpeados por el mismo episodio de tormenta, especialmente en cinco municipios en los que se hallan unos 20 productores de vino. "En esta zona, algunos fueron afectados en alrededor del 80 a 100%, y otros en menor medida", dice Pierre-Henri Cougnaud, director de la Federación de los vinos de Bergerac.
Unos días antes, el Beaujolais había sido golpeado en un centenar de hectáreas de las 17.000 de la denominación.
Anteriormente, las tormentas de granizo causaron grandes daños en Borgoña. Así, en la prestigiosa denominación Côte de Beaune, entre 1.700 y 2.000 hectáreas fueron afectadas, entre el 35% y el 40% del total, y la destrucción estuvo entre un 10% y un 100%, dependiendo de la zona. Pommard y Volnay también sufrieron importantes daños. En sus viñedos, diez días después de la lluvia, "los daños son bien visibles", con parcelas afectadas en "un 80%, un 85% o incluso un 95%", según el presidente de la unión de Volnay, Thiébaut Hubert.
Sin embargo, sólo podrá hacerse un informe completo en septiembre, cuando se haya podido evaluar la capacidad de recuperación de las cepas afectadas.
"Esto retrasa la cosecha, que no debería comenzar antes del 28 de septiembre, pero lo crucial ahora es el tiempo que haga en septiembre. Debería haber viento del norte y sol", dice Hubert, añadiendo que la vendimia será "más larga, debido a la necesidad de seleccionar cada racimo en la cepa misma".
Pesimista, Caroline Chenu, presidenta del sindicato de productores de vino de Savigny-lès-Beaune, dice que "van a pasar dos años para encontrar madera que no esté dañada", porque "en 2014, la madera afectada se romperá y no vamos a hacer una buena cosecha".
A mediados de junio, las tormentas de granizo han dañado unas 200 a 250 hectáreas de Cahors y también causaron daños considerables en los viñedos de Vouvray en el Loira.
Fuente: elmundovino.es