Viñeta del lector 32#

Publicado el 22 septiembre 2017 por Laura Coll Rigo
Hace unos años, en clase de filosofía, el profesor nos dijo que la historia no existía. Cuando estudiamos esta asignatura, parece que es tan objetiva como matemáticas: 28 de julio de 1914, inicio de la Primera Guerra mundial; los señores feudales eran malos porque maltrataban a sus siervos; los reyes son malos porque hacían lo que les daba la real (nunca mejor dicho) gana; 22 de noviembre de 1963 Oswald asesina a Kennedy; victoria de los cristianos en 1492 sobre los musulmanes; yo también quiero ser famoso porque es algo muy guay; los alemanes de la segunda guerra mundial eran todos unos malvados. 
Y podría seguir. Son cosas que nos han enseñado en el colegio, que nos han repetido hasta la saciedad, pero...¿y si fuera mentira? ¿Cómo lo saben los historiadores? ¿Está bien que generalizen? Sabemos lo que quieren que sepamos. Y pensaréis "No, Laura, no digas tonterías, esa es la verdad, lo dicen los manuscritos y los libros antiguos" Ya. ¿Y quiénes escribieron esos libros? Los ganadores de esas batallas, los poderosos que querían dejar una buena imagen suya para la posteridad. ¿Acaso nos tenemos que fiar de ellos?
No me entendáis mal. No pongo en duda la existencia de los hechos. Definitivamente, hubo una primera Guerra mundial, hubo una sociedad estamental, Kennedy fue asesinado, la Reconquista existió, etc. Lo que pongo en duda es el contexto alrededor del cual sucedieron esos hechos.
Los libros nos ofrecen perspectiva. Nos dan la oportunidad de conocer el punto de vista de otras personas, nos hacen ver la realidad de otra forma. Leer nos hace libres, porque nos permite conocer la versión de los otros, fijarnos en detalles a los que hasta ese momento no nos habíamos fijado. Nos enriquece, hace que no vivamos encerrados dentro de la versión oficial, hace que pensemos, que nos planteemos si de verdad el mundo que nos rodea es tal como es o solo se trata de una máscara.
A mí los libros me han hecho replantearme muchas cosas. El mapa del tiempo consiguió poner en duda mi creencia en un mundo lineal y me dio a conocer los mundos paralelos. Libros que dan importancia a la sociedad estamental como El heraldo de la tormenta o Elantris me han hecho descubrir sobre los tejemanejes de la corte y cómo en muchos casos el rey no era más que una marioneta La trilogía de La caída de los gigantes me permitió tener una visión global del siglo XX y darme cuenta de que la historia no eran hechos concretos que sucedían espontáneamente, sino que hay un contexto. 22/11/63 me hizo ver que el asesinato de Kennedy está envuelto en un halo de misterio que no se explica por la versión oficial. La cantidad de libros que he leído sobre los nazis, desde múltiples puntos de vista, me han hecho ver que la segunda guerra mundial fue mucho más que campos de concentración donde se internaba a los judíos. Libros como Eleanor & Park y Media guerra, protagonizados por personajes con mucha profundidad, me han roto los esquemas de varios estereotipos que tenía preconcebidos sobre la gente.
Como veis, mi visión del mundo se ha ampliado, los libros me han hecho libre porque han permitido ampliar mi perspectiva respecto al mundo. Por supuesto, leer nos hace libres no solo por eso, sino porque nos permite escapar de nuestra realidad  y que en un momento nos encontremos en cualquier otra parte, sin movernos de casa. Pero ese ya es otro tema.
Y a vosotros, ¿por qué leer os ha hecho libres? ¿Qué nuevas perspectivas del mundo os ha proporcionado la lectura?