Creo que fomentar el gusto por la lectura desde la infancia es esencial. La lectura no solo tiene mil y una ventajas que no voy a ponerme a enumerar porque ya las conocemos todos, sino que es especialmente positiva para los niños porque les ayuda a dejar volar la imaginación y a conocer el mundo. ¿No conocéis a gente muy cerrada de mente a quién le cuesta cambiar de opinión por muchas evidencias que les muestres? Por eso, la infancia es el mejor momento para romper barreras y hacer que los niños vean el mundo desde todas las perspectivas posibles.
Ya sabéis que soy #LauraGenerandoDebate. Me encanta encontrarle pegas a todo y darle vueltas y vueltas a todo aquello "socialmente aceptado", intentando ponerme en el lugar de otro. Creo que la lectura me ha ayudado mucho a ser así. A no conformarme. A pensar que el mundo no tiene por qué ser tal y como nos han enseñado. A soñar con aquello que puede llegar y con aquello que podría ser diferente.
Tenemos que formas generaciones que sean críticas, que se atrevan a alzar la voz y a quejarse, que no acepten el mundo como es, sino que sueñen con mejorarlo. Los libros despiertan la imaginación, hacen que se nos ocurran idea que sin leer, no se nos hubieran ocurrido. ¿Quién diría que tener dos ejércitos asediando tu fortaleza es mejor que uno? ¿Quién diría que el pasado no existe, sino que lo construimos nosotros? ¿Quién diria que después del holocausto habría supervivientes capaces de levantarse y seguir adelante? ¿Quién diría que no tenemos por qué ser perfectos, sino que todos tenemos nuestra parte oscura? ¿Quién diría que tener alguien en quién confiar puede ser suficiente como para que la vida merezca la pena? ¿Quién diría que si no vamos con cuidado podemos convertinos en marionetas del estado? ¿Quién diría que ser diferente depende tan sólo de cuantos estén en tu bando? ¿Quién diría que la heterosexualidad no tiene por qué ser "lo normal"?
Hay que crear voces críticas, hay que crear lectores.