La aventura aparece publicada por primera vez entre los números 1 al 23 de la revista Gran Pulgarcito, durante el año 1969, y Francisco Ibañez idea una historia de argumento totalmente lineal que va presentando al lector en dosis de dos páginas semanales. Bajo el pretexto de un elixir para el control de plagas inventado por el Profesor Bacterio que tiene la capacidad de agrandar en demasía a todo bicho viviente que sea pulverizado por él, los agentes Mortadelo y Filemón son asignados a una misión para seguir la pista de una cantidad de líquido que ha sido robado por agentes de la república de Tirania, un país gobernado por un dictador de ansias expansionistas que podría utilizar el suero como arma. Los dos agentes se desplazarán a Tirania y vivirán allí decenas de situaciones que mezclarán a los castrenses mandatarios del país con las consecuencias de la aplicación del elixir sobre diversos insectos.
Para el desarrollo del dibujo de El sulfato atómico Ibañez toma como modelo a Franquin y su trabajo en Spirou et Fantasio. Las páginas de la historia llegan a rozar el plagio de obras como Le Dictateur et le Champignon o QRN sur Bretzelburg. El diseño de los vehículos, de las ropas de los militares e incluso de los edificios bebió quizás demasiado de estas y otras obras del gran artista belga, pero es innegable que la salida al mercado de esta creación y las que la siguieron, amén de su posterior publicación en álbumes con un formato parecido al del mercado francés, cambiaron para siempre el concepto de realización de historias en el panorama de la historieta juvenil española, transformando por completo el criterio imperante hasta la fecha y haciendo de esta serie y de otras muchas que adaptaron su estilo las verdaderas protagonistas de buena parte de lo que restaba de siglo.
MhBeyle, desde El arte secuencial