Ahora que los Daft Punk lo desaprovecharon de forma imperdonable en su último disco "Random Access memories" es un buen momento para volver a escuchar los discos de Giorgio Moroder. En Ultravivido picamos dos clásicos de él en formato vinilo.
Pero primero, para los desprevenidos vamos a contar brevemente que Hansjörg "Giorgio" Moroder nació en 1940 en Urtijëi, South Tyrol (Italia). Fue productor de música Disco (la apuntaló a Donna Summer a la altura del clásico "I feel love", entre otros); le acercó temas a miles de artistas pop (desde Bowie hasta Irene Cara en la peli "Flashdance"); fue un Gurú de los sintetizadores y de yapa compuso el mejor tema de la historia de los mundiales, "Une´state italiana", para Italia 90. En los 70 este bigotón con olfato pop infalible creó su propio sello, Oasis Records (luego subsidiaria de Casablanca) y armó en Munich los estudios Musicland, por donde pasaron varios popes como Elton John, Queen y Led Zeppelin. Pero también grabó sus propios discos. Unos lps que -con los años- el mercado y el gusto culto e "inteligente" iría dejando de lado por "grasas" y "bolicheros". Pero vamos, que hoy por hoy bien pueden divertirnos en una fiesta con amigos o ser el deleite de una noche con auriculares puestos. ¡Vamos a la música, Giorgio!
En 1976 Moroder grabó este lp, en cuyo lado A le saca todo el jugo posible a una versión bolichera de "Knights in white satin", de los Moody Blues. Pero antes, observen esa tapa. ¿Qué es esto? ¿Ciencia ficción gay? ¡Qué maravilla rockera, por dios! De esas que dicen "no me importa nada, te pongo esto en la tapa del disco y bancatelá".
Pero yendo a la música, es imposible no mover las patitas con los primeros compases, entre cuerdas, sobre una base con mucho groove, noche y guitarras a puro Wah Wah. Hay que escuchar los "I want you...I need you" hiper calentones en las paradas del tema, todo, con muchísimo ambiente de Boîte de los 70´s.
La pregunta es ¿quién compraba estos discos en 1976, 1977? ¿Habitués de discotecas? ¿Disc Jockeys en busca de baratijas bailables? ¿Fans de Barry White que querían más ritmo Disco? El último track, "I wanna funk with you tonite" (¡tomá Prince!) empieza con unos teclados medio robóticos (Giorgio meets Kraftwerk) para largarse con cuerdas, sexo Disco y coros de chicas. Fiesta.
Un año más tarde, en el ´77 llegó otro discazo: "From here to eternity". Algo así como un manifiesto Disco-Futurista plagado de sintetizadores, climas fílmicos y varios temazos. ¿La influencia punk? Bien, gracias. Giorgio estaba en otra.
Si no, escuchen como arranca el primer tema, ni bien se apoya la púa sobre el vinilo: crescendo musical, una trepada magistral del coro, ritmo sostenido, graves firmes y teclados hiper voladores. ¡Música total! El tema va cambiando de forma (enganchado para bailar) subido a un frenesí total de Vocoders: el éxtasis de la pista de baile casi 15 años antes de las drogas sintéticas. En la contratapa del lp leemos "sólo teclados electrónicos fueron usados para esta grabación".
Con un tema totalmente pasable como "I´m left, you´re right, she´s gone" hoy cualquier DJ haría un mega hit que sonaría hasta cuando abrís la canilla. Cierra otro Disco- Funk futurista: "Too hot to handle".