Este tipo de uva autóctona es de grano pequeño y posee una gran capacidad de producción de azúcares, que en buenas añadas puede alcanzar los 13% vol. de alcohol. Esto, unido a su riqueza en ácidos hace de los vinos que se elaboran a partir de ella muy reconocibles y apreciados.
El vino Albariño es uno de los productos más apreciados de Galicia. Servido bien frío es ideal para acompañar pescados y mariscos, gallegos por supuesto, para no perder el sabor de la tierra.
La Denominación de Origen Rías Baixas delimita geográficamente la región en donde se cultiva esta variedad de uva tan particular que probablemente fue empezada a cultivar en la región en la época medieval. El Albariño se produce en cinco comarcas de la provincia de Pontevedra: el Valle del Salnés, O Rosal, el Condado del Tea, Soutomaior y el Val do Ulla.
Las grandes bodegas exportan este vino a todo el mundo, gracias a lo cual ha llegado a ser uno de los más famosos fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, sigue habiendo un gran número de pequeños bodegueros que elaboran un vino de autor basándose en la calidad de la uva y un proceso de elaboración artesanal.
La localidad pontevedresa de Cambados está considerada la gran capital del Albariño. Allí tiene lugar cada año el primer domingo de agosto la llamada “Fiesta del Albariño”. Una buena excusa para visitar estas tierras y probar el maravilloso vino que produce.