Lo primero es dar las gracias a Nico y María de Scott Henry, pues son las grandes personas que han hecho posible que probáramos este vino. Fue en nuestra última visita a Madrid, el día que disfrutamos también con el blanco Tondonia de 1970 (aquí) cuando nos regalaron un par de botellas. Una de ellas es este Zerberos Viento Zephyros 2010, la otra, pues sigue en la cava esperando que Minniky prepare una cenita especial y que le podamos dar caña.
En esta ocasión Minniky preparó un Caldo Gallego espectacular, realmente rico, para ayudar a pasar mejor los ataques de morriña que nos pegan a menudo. Y elegimos tomarlo con este blanco, dado que tanto María como Nico, nos habían comentado que era algo muy especial, pensamos que sería un buen acompañante, y acertamos.
Amarillo dorado, con una complejidad en nariz realmente asombrosa, piel de melocotón, chocolate, cuando coje temperatura salen balsámicos realmente agradables, con cuerpo, glicérico, lágrima en la copa, casi la misma que nos sale a nosotros a medida que se termina la botella. Catado 24 horas después con el aire quitado, está igual de potente y sabroso. Un vinazo sin lugar a dudas, y con mucha vida por delante, seguro dentro de dos años está aún mejor.
Está elaborado 60% de Albillo y un 40% de sauvignon blanc, esta última de cepas de 25 años y la albillo tiene unos 70 años. Las uvas con una crianza diferente estando la albillo en depósitos y la sauvignon blanc 9 meses en barricas de roble francés, sin filtrar y clarificado con cola de pescado. Creación del enólogo Daniel V. Ramos, en la bodega Pagos Galayos en Ávila
Verdaderamente una pasada, un lujo, un vinazo, si tenéis la oportunidad de beberlo no lo dudéis porque a bien seguro no os va a dejar indiferentes.