Este tipo de ejemplos me encantan. Son desarrollos de producto que basan su existencia en un concepto y necesidad de marketing, y no como suele ser habitual, al contrario. Es decir. Lo normal es tener un producto ya desarrollado, y pedir a marketing y publicidad que inventen la forma de venderlo. Pero en este caso (intuyo por la información filtrada) se ha creado un producto para cubrir una necesidad de marketing. Escribo este post, sin saber exactamente si es realmente así, pero usándolo como ejemplo de lo que podría hacerse, y se hace con frecuencia.
Los vinos con denominación de origen Madrid , pese a no contar con grandes extensiones ni producción, han alcanzado un nivel de comercialización más que aceptable y podemos asegurar que están bien situados en el mercado:
- El 30% de los vinos de Madrid se exporta.
- Puesto 8º de las 54 D.O Españolas.
- Presentes en 3 de cada 4 restaurantes de mayor nivel.
Así que el problema, más que de venta, es de posicionamiento e imagen. No están en el Top Of Mind del consumidor: La mayoría pide "un Rioja" o "Un Ribera", pero no "Un Madrileño".
Y decir que el vino está diseñado, es decir la segunda característica más importante de este producto, pues han encargado a cuatro diseñadores de renombre la creación de sus etiquetas: Ágata Ruiz de la Prada , Ángel Schlesser , Modesto Lomba y Roberto Toretta . Con lo que la jugada es redonda para la imagen de Madrid como espacio de creación y diseño.
El mundo del vino es cada vez más competitivo, pero sigue teniendo un gran potencial, pero como todo, requiere de imaginación y renovación constante. Brindo por el Madrileño.
Eso si, lo que resulta imperdonable hoy en día, fruto de una mentalidad anclada en el pasado y contraria al concepto tan moderno de producto, es que no hayan creado una web específica, ni una sección dentro de la Web de la D.O. y ni siquiera hayan facilitado imágenes decentes a los medios de comunicación que asistieron a la rueda de prensa. Porque me ha sido imposible conseguir una foto aceptable. La que ilustra el post, pésima, está sacada de una de las webs de las bodegas (de las cuales sólo una ya presentaba el producto).