Al servirlo y antes detenerme a obsevar su color, su suave aroma ascendio haciendo volutas como una serpentina en una carrera por ganar la aprobacion de mi nariz, fue muy agradable, armonioso, de la copa se desprendio un aroma que me cautivo, hipnotizandome por completo y por segundos viaje con mi imaginación a Beaujolais, concretamente a Côtes de Bel Air, mi intuición me revelo un lugar fantastico, pleno de historia y me deje llevar en un recorrido por una de las zonas vinicolas con mayor tradición y que denota en la vinificación una clara influencia del Rodano, en un momento dado me detuve a pensar, algo me aviso que debia detenerme y mirar con mayor cuidado ya que se trataba de un vino que propone algo distinto, efectivamente fue asi, la uva tradicional de esta zona la Gamay no estaba presente, su lugar la ocupaba ahora la Syrah, es una apuesta arriegada la de estos cuatro amigos que han unido sus esfuerzos para presentar una novedad en un camino ya recorrido pero con un andar distinto, la Syrah con sus notas caracteristicas han dado un vino que denota el trabajo y el entusiasmo del grupo por querer diferenciarse de los demas con una propuesta de mayor calidad, marcando distancias entre el antes y el ahora, no quieren bajo ninguna circunstancia repetir los errores de hace unos años que demeritarón el vino de Beaujolais, en boca resulto elegante, facil de beber, estare atento a su evolución.