Pues cuando uno tiene un rato escribe sobre experiencias que ya tienen un tiempo, algún mes que otro pues el tiempo pasa que vuela. En un salón de vinos tuvimos la oportunidad de probar este Malabrigo 2010, elaborado por Cepa 21. Una rama de la famosa bodega Emilio Moro.
En este caso han cogido la uva Tinto Fino de una única finca dentro de la D.O. Ribera del Duero, la que da nombre al vino Malabrigo. Con un periodo de 21 meses en barricas nuevas de roble francés.
Es de color bien cubierto, picota, glicérico, con buena lágrima por el cristal, nariz sublime que ya se aprecie en el momento en que el vino deja la botella para tocar el cristal. Frutos rojos, mermeladas, tostados, balsámicos, los propios aromas empirreumáticos de la crianza en barrica, pero bien conjuntados. En boca sorprende la finura de los taninos, un vino aún joven, vibrante, como un bebe exultante al recibir el oxígeno. La botella le va a sentar muy bien.
Este Tinto Malabrigo 2010, es de lo mejor que hemos probado de Cepa 21, rotundo, rico y amable, para tomarse unas cuantas botellas.