Tenemos especial cariño a las tierras bercianas y sus productos, como el buen vino que se elabora en Bodegas Valtuille. Recordemos la cita de Antonio Machado que preside la web de las bodegas: "Sabemos que no es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra".
Por Andrés Vegas.
Atravesábamos las angostas calles del pueblo mientras un viejo labrador, indiferente ante nuestro paso y tumbado a la sombra de aquel lunes, nos seguía con la mirada. Simplemente esperaba que llegara el martes, así es Valtuille. Pura vida. Cruzamos un desvencijado puente, subimos una loma y, finalmente, llegamos a Vinos Valtuille. En la entrada a la bodega, un destartalado Nissan Patrol y la sonrisa sincera de Elena, propietaria de la bodega y alma mater de este gran proyecto junto con su hermano Marcos, esperaban nuestra llegada.
“Es una bodega humilde y familiar” nos advirtió Elena cuando cruzábamos la puerta. “¿Y a mi qué?”, pensaba yo para mis adentros. Yo lo que quiero es ver argumentos de buen vino: tierra, cepas, podas, sinceridad, conocimiento, elaboración, complejidad, buen hacer… No quiero arquitectura, quiero vino de verdad.La visita a la bodega la empezamos por el final, con una pequeña cata del Godello 100% que elaboran. Un vino limpio, complejo, fresco y frutal con un toque de especial maduración muy propio del microclima del Bierzo. “Si os parece cogemos las copas y nos tomamos el vino en el viñedo”. ¡Perfecto!.
Ni que decir tiene que toda la vendimia es manual y se hace una mimada selección manual en la bodega antes de que los racimos caigan en la despalilladora y después por gravedad, gracias al desnivel del terreno, en los tanques de fermentación. Ahí lo primero de todo es bajar la temperatura a las uvas (el septiembre berciano es caluroso) para controlar en todo momento la fermentación.Tuvimos la oportunidad de catar vino de la cosecha pasada que reposa en uno de los tanques de fermentación… y wow! El vino está hecho; es un vino perfectamente limpio sin ser filtrado (sólo decantación por gravedad), de capa profunda, de infinitos matices, de frutas maduras, untuoso en boca, con acidez equilibrada y largo recuerdo en retronasal. Me tomaría otra copa ahora. Este vino aún mejorará en botella, ojo con él.