Daniel, nacido en la ex república soviética de Uzbekistán, treinta y cuatro años de edad, entrenado como ortodoncista en universidades de la así llamada “Ivy League”, vivía en Queens, Nueva York.
Daniel, después de un desagradable divorcio de la mujer con la que había estado casado por seis años, Marina Borukhova, doctora en el Hospital de la North Shore University, y de una brutal batalla por custodia, ganó la custodia de su única hija, su hija de cuatro años Michelleka.
Daniel, justo antes de las 11:00 AM del 28 de octubre de 2007, recibió en el pecho tres disparos, frente a su hija, en el Annadale Playground, del Flushing Meadows Park, en donde se iba a encontrar con su ex-esposa para entregarle su pequeña hija para visitación.
Luego de que Daniel fue asesinado, Michelleka fue tomada bajo la custodia de la Administración de Servicios del Niño.
Cuando Daniel ganó la custodia de su hija, estaba extremadamente feliz; preparó un dormitorio grande para ella, le compró ropa nueva y estaba comprometido a darle toda la educación que ella quisiera.
Cuando Daniel ganó la custodia de su hija, Borukhova les pagó $20,000 a Mazoltov Borukhova y a Mikhail Mallayev para matarlo. El 21 de abril de 2009, lo tres fueron sentenciados a prisión de por vida sin derecho a libertad bajo palabra por asesinato en primer grado, con 8 1/3 a 25 años adicionales por conspiración en segundo grado.
Aunque Daniel siempre se quejó de que Borukhova obstruía sus derechos de visitación cuando ella tenía la custodia de la niña, cuando él ganó la custodia se sentía apesadumbrado de que las cosas hubieran ocurrido de la forma en que lo hicieron. Siempre preocupado por el bienestar de su hija, le dijo a su madre: “Una hija debe tener un padre y a una madre en su vida. Ella (Michelleka) no debió haber pasado por esto.”
En el mismo día de su asesinato, Daniel invitó a Borukhova a pasar tiempo juntos como una familia. Acordaron encontrarse en el parque de Queens donde fue asesinado.