Una protesta generalizada que paralizó los vuelos de avión, el transporte, las escuelas y los hospitales, se vivió ayer en Grecia.
La manifestación fue en rechazo a las medidas del gobierno y el FMI que proponen un severo ajuste fiscal con un fuerte alza de impuestos, un recorte de salarios equivalente a dos meses de sueldo, disminución de las pensiones y aumento de la edad para jubilar, entre otras medidas. Las protestas tuvieron un saldo de tres muertos.
Grecia se encuentra al borde del abismo por el déficit presupuestario y por las operaciones de los especuladores que presionan al alza las tasas de interés de los bonos soberanos. El tema involucra a toda Europa pues una caída de Grecia podría generar un efecto dominó en otros países europeos como Portugal, España e Italia.
Este descontento podría poner en peligro los planes de rescate del Banco Central Europeo y del FMI. Estos planes se han demorado mas de la cuenta en ser aprobados y todo este tiempo ha jugado en contra de la estabilidad. Varios países europeos pueden seguir el ejemplo griego dado que la crisis ha aumentado fuertemente el desempleo y no hay alternativas reales para una salida favorable en el corto plazo.
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Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización