Violencia extrema contra la mujer

Publicado el 27 octubre 2010 por Basseta
No estoy seguro de estar haciendo lo correcto dando publicidad a un individuo de tan baja catadura moral como Sánchez Dragó (¿debería hacerle caso al cartel?).
Según ha denunciado el periodista Xabi Larrañaga en el diario Noticiasdenavarra.com, en su último libro, "Dios los cría... y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción.." (Editorial Planeta), “... Fernando Sánchez-Dragó le cuenta a Albert Boadella que se folló en Tokio a dos crías de 13 años, una detrás de otra, y que lo volvieron loco”. El articulista denuncia lo sucedido y analiza lo que en su opinión constituye la última tendencia moderna: “La izquierda se ha vuelto beatorra, casi inquisidora, y la derecha por provocar se ha echado al monte”.
Los comités de empresa del Ente Público Radio Televisión de Madrid se han dirigido formalmente a la Dirección de la cadena para que anule de forma inmediata el contrato de Fernando Sánchez Dragó, pues les parece absolutamente inadmisible que un tipo que presume de haber mantenido relaciones sexuales con niñas de trece años aparezca en una empresa pública de comunicación como la nuestra.
En Facebook se ha creado un grupo titulado "Quien se anima y castra a Dragó", pero no es la primera vez que a Sánchez Dragó le ponen orejas de burro. El escándalo ha sido de tal calibre que este capullo integral ha tenido que retractarse.
Tampoco estoy seguro de que sea buena idea comparar lo anterior con el último e-mail que me remite Amnistía Internacional, cuyo texto os reproduzco a continuación:
 
“Uno no se imagina que el sueño se puede acabar en un ratito en este camino... [El militar] me llevaba de la mano por el monte. Me llevó lejos de las vías del tren, estábamos solos. Me dijo de quitarme la ropa para ver si traía droga. Me dijo que me dejaba ir si hacía lo que le decía.”
Margarita (nombre ficticio), migrante salvadoreña de 27 años en México, describe cómo un soldado abusó sexualmente de ella.

Como Margarita, más de 200 millones de personas en el mundo tienen que abandonar sus países de origen para huir de la miseria, la violencia y la falta de oportunidades. Y como ella, muchas de esas personas sufren todo tipo de abusos, incluso por parte de los funcionarios públicos, en el trayecto. Otras se ven sometidas a detenciones prolongadas e indefinidas, o caen engañadas en redes de trata. Y lo peor es que, en muchas ocasiones, al llegar al país de destino, sólo encuentran discriminación, explotación, prostitución y trabajos forzados... Y se les niegan derechos porque no tienen papeles.

Amnistía Internacional trabaja con la determinación de lograr un mundo donde todas las personas tengan los mismos derechos. Pero no podemos hacerlo solos. Te necesitamos. Porque la labor de Amnistía Internacional depende de la generosidad y el compromiso de personas como tú.
Por tantos hombres y mujeres como Margarita, firma nuestra petición al Gobierno español para que ratifique un tratado internacional fundamental para proteger a las personas migrantes, sea cual sea su origen o situación administrativa. Además, únete a la defensa de los derechos humanos con sólo 1 euro a la semana. Por muy poco dinero, puedes luchar contra muchas injusticias todos los días.
¡Gracias por tu apoyo!
Esteban BeltránDirector Amnistía Internacional Sección Española
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