La devoción a la Virgen del Pilar está profundamente arraigada entre los españoles desde tiempos muy remotos. En el calendario litúrgico y en el civil aparece en un lugar destacado. Hacia el año 40 AD, el Apóstol Santiago el Mayor predicaba en el norte de Hispania. En una noche de invierno, se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro. Eran momentos difíciles y el apóstol se había planteado la posibilidad de volver a Roma. Estaba en estas reflexiones, cuando oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, gratia plena. Entonces vieron aparecer a la madre de Cristo de pié sobre un pilar de mármol. María vivía en Jerusalén. Pidió a Santiago que construyese en ese mismo lugar una iglesia en aquel mismo lugar. Así lo hicieron. Cuentan las crónicas que durante la guerra que se produjo en los años 30 del pasado siglo en España el templo, que ya era una gran basílica, fue bombardeado por los republicanos y las bombas no estallaron. Son muchos los testimonios históricos que confirman la existencia de esta iglesia dedicada a la Virgen María. El famoso sarcófago de santa Engracia, que se conserva desde el siglo IV es el más antiguo. Asimismo, hacia el año 835, en escritos de un monje de San Germán de París, llamado Almoino, se habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.
La devoción a la Virgen del Pilar está profundamente arraigada entre los españoles desde tiempos muy remotos. En el calendario litúrgico y en el civil aparece en un lugar destacado. Hacia el año 40 AD, el Apóstol Santiago el Mayor predicaba en el norte de Hispania. En una noche de invierno, se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro. Eran momentos difíciles y el apóstol se había planteado la posibilidad de volver a Roma. Estaba en estas reflexiones, cuando oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, gratia plena. Entonces vieron aparecer a la madre de Cristo de pié sobre un pilar de mármol. María vivía en Jerusalén. Pidió a Santiago que construyese en ese mismo lugar una iglesia en aquel mismo lugar. Así lo hicieron. Cuentan las crónicas que durante la guerra que se produjo en los años 30 del pasado siglo en España el templo, que ya era una gran basílica, fue bombardeado por los republicanos y las bombas no estallaron. Son muchos los testimonios históricos que confirman la existencia de esta iglesia dedicada a la Virgen María. El famoso sarcófago de santa Engracia, que se conserva desde el siglo IV es el más antiguo. Asimismo, hacia el año 835, en escritos de un monje de San Germán de París, llamado Almoino, se habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.