El pasado miércoles Sony nos invitó a la presentación de una de las mayores apuestas de Sega: Virtua Tennis 4. Al salir del evento con una bolsa de dicha desarrolladora, un hombre la miró y me dijo “Sega! Pero… ¿eso aún existe?” Sí, señor, Sega continúa existiendo y este mismo 29 de abril nos trae el juego de tenis por excelencia.
Aunque a simple vista pueda parecernos que VT4 es un juego más de tenis, este título nos presenta diferencias técnicas muy importantes respecto a las ediciones anteriores.
Virtua Tennis estará disponible a partir del 29 de abril para PS3, Xbox 360, Wii y PC.
El juego incluye las mismas opciones que todo juego de deporte que se precie incorpora: torneo mundial, arcade, exhibición… ¡Pero ojo! La primera gran diferencia la encontramos ya en el modo “campeonato mundial”, pues éste ha sido rediseñado para simular un tablero de juego por el que avanzas según los tickets que vas comprando y los logros deportivos que tu jugador (totalmente personalizado) vaya consiguiendo. Y puedes estar tranquilo, tu entrenador sigue ahí para darte consejos.
A pesar de que inicialmente se iba a lanzar exclusivamente para PS3, VT4 estará disponible para Xbox 3601, Wii2 y PC. No obstante, sentimos decir que puesto que nosotros sólo hemos probado el juego para PS3, y yo, que soy muy fan de Wii (tengo que admitirlo), me centré en probar 2 aspectos nuevos, que se están empezando a introducir en algunos juegos de deporte de PS3 y que creo que son importantes de destacaros.
Con Move, al principio puede costar acostumbrarse a la cámara y a cuándo mover la raqueta, pero con un par de partidas se pilla rápido el truco.
Una de las principales novedades respecto a las versión anterior de PS3 es el uso del Move, que aunque (desgraciadamente) sólo puede utilizarse en uno de los modos de juego, está hecho para fliparnos. Gracias a la forma del mando, a su precisión y al giroscopio consiguen una mayor inmersión y que jugar sea mucho más fácil e intuitivo. Además, no se vale sólo con hacer un simple golpe de muñeca para pegar a la pelota, sino que tenemos que hacer bien el movimiento y darle con cierta fuerza para que ésta no se quede en la red.
La sensación del juego, ayudada por el Move y la cámara, personalmente me ha parecido muy distinta y mucho más realista de la que se tiene con el mando clásico. Realmente te involucras más en el juego y disfrutas mucho más jugándolo que sentado en el sofá y dándole a la “X”. Eso si, al igual que en Wii Sports, el movimiento del jugador es, al margen de acercarse mas o menos a la red, automatico.
Si además en casa dispones de una televisión 3D la experiencia inmersiva se acentúa aún más, pues el juego te da la posibilidad de sacarle partido jugando en modo 3D (también disponible para Xbox), siendo ésta la otra gran novedad del juego y que sigue con la moda que parece estar apareciendo en los nuevos títulos en las consolas de nueva generación. Personalmente hasta ahora no había probado ningún juego en 3D, pero tras la presentación puedo aseguraros que el efecto está mucho más trabajado y conseguido que en muchas películas 3D en el cine.
Sí, es cierto, si no tienes el Move ni una televisión 3D (que recordemos que son totalmente opcionales) puede parecer que no vale la pena comprarlo si ya tienes el VT3. Gran error. Esta nueva versión en PS3 incluye jugadores que no encontrarás en ningún otro título ni plataforma, además de incluir un modo online (sólo presente hasta ahora en Xbox 360) que, igual que ya sucede en el Virtual Fighter, busca jugadores de tu mismo nivel y te aseguran que cuando juegues no te aparecerán adversarios súper pros que te derroten en 30 segundos (da igual lo pro que seas, si has jugado al Guitar Hero o al Rock Band online sabes lo aburrido que es jugar contra alguien que extrañamente parece ser un ser divino e imposible de ganar).
Por tanto, nos encontramos ante un título clásico de deporte que ha conseguido hacer un salto cualitativo importante respecto a su predecesor y que, sobretodo para los que nos gustan los juegos de deportes, nos garantizará horas de vicio sea cual sea la plataforma que utilicemos.