Estaba organizando mis fotografías, me di cuenta de que voy a tener que empezar a borrar algunas tarde o temprano... o buscar otro medio de almacenamiento.
Siempre me han gustado las fotografías, las memorias y las historias. Eso colecciono, además. Pero no muy a menudo pienso en el cambio que han sufrido los medios en los que obtengo y almaceno todo esto.
Desde mi primera cámara hasta el presente no he mejorado mucho la calidad de mis fotos. No me he vuelto más selectiva ni he desarrollado ninguna habilidad notable como fotógrafa. Sin embargo, es muy diferente la experiencia. Sacar la foto y borrarla de inmediato, no es lo mismo que ir a revelar un rollo y darme cuenta de que todas las fotos eran lamentables hasta que ya he pagado por ellas.
¿Es mi impresión o ahora las mamás suben fotos a Facebook, como quien reemplaza ese cliché del padre orgulloso sacando fotos de la billetera?
El mundo se ha movido, como diría cierto personaje ficticio, y como resultado u
samos mil herramientas diferentes en nuestros aparatitos tecnológicos que hacen todo más rápido pero igual nos mantienen sin tiempo.