Antes de entrar de lleno en el tema, objeto de la presente plancha, es preciso definir, etimológicamente, las dos palabras que conforman el título de la misma, es decir: “virtud” y “teologal”.
Entre otras cosas la palabra virtud nos habla de: Integridad de ánimo y bondad de vida, de la disposición de la persona para obrar de acuerdo con determinados proyectos ideales como el bien, la verdad, la justicia y la belleza, de la acción virtuosa o del recto modo de actuar.En consecuencia podemos definir la Virtud como la propensión y/o disposición en el ser humano que le induce de manera fluida y expedita a conocer y hacer el bien.Cuando se es virtuoso no se actúa al azar, el hombre virtuoso es fiel a su camino, lo transita por amor, no por miedo o resignación insistiendo en crear las circunstancias que sean propicias a la virtud. La virtud tiene que ser habitual, y no un acto esporádico, aislado. Por otra parte tenemos que “teologal” es Perteneciente o relativo a la “teología” siendo esta la Ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones, pero es necesario ser más preciso, por lo que, abundando, hablamos de: “Teología ascética”, la cual es la parte de la teología dogmática y moral que se refiere al ejercicio de las virtudes.Al hablar de “Virtudes Teologales” nos estamos refiriendo a la “Fe”, a la “Esperanza” y a la “Caridad”, cuyo objeto directo es Dios.Además de lo expuesto en los párrafos anteriores es obligatorio señalar que las “Virtudes Teologales” son producto del “Concilio de Trento”, en particular de la sesión celebrada el 13 de enero de 1547 en la cual se reafirmó el valor de la fe junto al de las buenas obras. El “Concilio de Trento” fue un concilio ecuménico de la Iglesia Católica desarrollado en periodos discontinuos durante veinticinco sesiones entre los años 1545 y 1563. Un concilio ecuménico es una asamblea celebrada por la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas con carácter general, a la que son convocados todos los obispos para reconocer la verdad en materia de doctrina o de práctica y proclamarla. El término “concilio” proviene del latín “concilium”, que significa "asamblea", en tanto que “Ecuménico”, proviene del latín “oecumenicum” y significa (mundo) habitado.Por todo lo antes expuesto concluimos que las “Virtudes Teologales”, según el catecismo de la Iglesia católica, son específicas de la moral cristiana y ellas son las rectoras del obrar moral del cristiano, las mismas son infundidas por Dios en el alma de los fieles para hacerlos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna. Pero La existencia de la fe, de la Esperanza y de la Caridad es tan antigua como el hombre mismo, tal vez no se conocían como virtudes y menos aún como virtudes teologales.La Masonería tiene como base fundamental la razón, lo que la convierte en una escuela racionalista de formación moral e intelectual, y al planteamiento religioso de fe, esperanza y caridad, la Masonería propone caridad, esperanza y fe.La teología dice: “Fe, esperanza y caridad”; la Masonería dice: “Caridad, esperanza y fe” y es en ese orden que vamos a presentarlas.CARIDAD
4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. La caridad es paciente, es amable; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca”.Así considerada, la Caridad es la más importante de las virtudes y ocupa en la masonería el lugar más alto. Para el masón la caridad no es, tal como la entienden las religiones, la limosna, que alivia el hoy, desatendiendo la incertidumbre del día siguiente.Para el sincero iniciado en el Arte Real la caridad es la formación que desarrolla la enseñanza haciendo mejor al hombre formándolo para el trabajo dignificante.
FE
ESPERANZA
Freddy del Moral P.M.º.M.º. P.º.M.º.Hijo de la Resp.º. Log.º. Sol de Aragua Nº 96 O.º. de Maracay Edo. Aragua - Venezuela.Ex V.º.M.º. de la Resp.º. Log.º. Guacara Nº 190 O.º. de Guacara Edo. Carabobo – Venezuela.