Director: GUSTAVO HERNÁNDEZ
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Intérpretes Principales: Paula Silva, Sofía González, Daniel Hendler, Franco Rilla
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Argumento: Se desata un virus y una escalofriante masacre recorre las calles de Montevideo.
Los enfermos se convierten en cazadores y solo calman su fiebre matando sin escrúpulos a todos los que aún no están infectados.
Sin darse cuenta de esto, Iris y su hija pasan el día en el club deportivo donde Iris trabaja como guardia de seguridad.
Cuando llega la noche, está por comenzar una pelea sin piedad.
Su única esperanza de salvación llega cuando descubren que después de cada ataque los infectados parecen tener 32 segundos de paz antes de volver a cargar.
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Mi opinión: Coproducción entre Uruguay y Argentina, que ha inaugurado el simpático, muy querido y cada año más prestigioso Festival de Cine Fantástico de Bilbao.
Se trata de un filme modesto, pero finalmente honesto y muy digno que, si bien es cierto que daba más para un corto que para un largo, la verdad es que al menos entretiene y logra captar la atención del espectador gracias a felices elementos técnicos como la fotografía y el montaje, amén del gran esfuerzo interpretativo de Paula Silva, en un tour de force que hay que reconocer.
Tiene tres o cuatro escenas con gran intensidad dramática, como la de las calderas o el pasillo lleno de infectados por donde deben pasar las dos protagonistas, que te mantienen el vilo, amén de lo relacionado con la infectada embarazada.
Sin embargo, lastimosamente, también contiene momentos, casi todos hacia el final de la cinta, incongruentes, inverosímiles, que hace te sonrojes al resultar incluso no poco vergonzantes. No voy a comentar a qué me refiero concretamente, pero echan por tierra en gran medida lo conseguido hasta entonces.
Con todo, se agradece el esfuerzo de sus creadores pues en líneas generales cumple con su objetivo de hacer pasar un rato ameno con no mucha originalidad en términos generales pero con aciertos parciales que le ennoblecen.
De todas formas y esto es volver a tocar el tema ya que año tras año nos encontramos con el mismo problema, no es el Teatro Campos de Bilbao el lugar más indicado para proyectar filmes, al tener que ver, de nuevo, y ya van varios años... la película con una especie de gran sábana arrugada colocada frente a la pantalla original y ver todo el filme con enojosos pliegues que, al menos al comienzo de la proyección, te sacan de ella. A ver si el año que viene está solucionado esto, que ya huele.