Autos que transitan las calles volando, robots saliendo a comprar el diario por nosotros, o viajes al pasado con sólo apretar un botón. El futuro de ciencia ficción no llegó pero no podemos negar los avances que venimos viviendo. Santiago Bilinks, un emprendedor serial argentino hace un tiempo dio una interesante charla llamada El futuro del futuro. Básicamente lo que plantea es que en los últimos 80 años los avances de la ciencia no fueron tan radicales como pensábamos, y pone el ejemplo de la industria de la aviación y los automóviles. Pero todo cambió con la llegada de la informática y su encuentro con los científicos. “La ciencia, que históricamente se movió tan lento como los autos, empieza a avanzar al ritmo de las computadoras. La biología, la medicina, la neurociencia y la inteligencia artificial, empiezan a convertirse en tecnologías de la información. Así, la bioinformática, la biología sintética, la medicina personalizada o nuestro entendimiento del cerebro, entre otras aplicaciones, prometen más cambios en los próximos 50 años que los ocurridos en los últimos 5.000”, sostiene Bilinkis.
Y qué tiene esto que ver con Bjork y la canción que hoy posteamos? Que para la islandesa el futuro llegó hace rato, y su nueva app para tabletas, Biophilia, la demuestra más del lado de los adelantos de los amigos del microscopio que de los estáticos héroes de la guitarrita.
Para su última aventura musical, Bjork se embarcó en un proyecto colaborativo con el estudio M/M de Scott Snibbe. Más allá del disco y las canciones, desarrolló una experiencia multimedia donde se valió del aporte de artistas, diseñadores, científicos, luthiers, escritores, y desarrolladores de software. Cada canción es una experiencia visual y musical que explora fenómenos naturales, desde lo atómico a lo cósmico. Donde además de escuchar y ver hermosas animaciones, hasta podés crear tu propia música.
Virus es la app/canción que me descargué. La experiencia muestra el lento pero persistente avance de un virus en una célula mientras la voz relata la relación tóxica y vital que hay entre dos personas que se aman y también lo otro. “Como un virus, paciente cazador, te espero, hambriento de ti”, susurra, mientras musicaliza una electrónica etérea e hipnotizante. Un coro de bocas recuerdan con su uhhh, que podemos estar en presencia de un hit pero esta mujer está demasiado lejos de esas minucias. La pregunta que me hago no es: - Bjork de qué planeta viniste? Lo está mostrando y quiero subirme ya a la nave nodriza.