Virus infantiles… ¿Pero cuántos hay? ¿Infinitos?

Por Titiroca

Cualquiera que tenga hijos ha pasado por el maravilloso mundo de los virus infantiles.

No importa la edad de los vástagos, tarde o temprano acaban teniendo uno de ellos.

Creo que únicamente recuerdo una vez que no me han dicho que mi pequeñaja tenía un virus, y se ha puesto mala pues… a ver, mínimo un par de veces al mes desde que va a la guardería… vamos, muchísimas veces. Se asemeja mucho a cuando un adulto va al médico y al no saber lo que tienen le diagnostican de “nervios” o “estrés” y venga, a casa; pues lo de ellos son “virus infantiles”.

¿Cuántos tipos hay de virus infantiles?

Para mi… INFINITOS, y además, cada uno, tiene diversos síntomas.

Tiene mocos, tos y fiebre… es un virus, indudablemente. ¿Cómo se me ocurre pensar que era un catarro o una bronquitis?.

Tiene vómitos o diarrea… efectivamente, es un virus. ¿Qué algo le ha sentado mal? ¡Qué ideas tengo!.

Está decaída y no come bien… está incubando un virus.

Tiene manchas en la piel… pues ¿qué va a ser?, otro de los “virus infantiles” que existen.

Lo peor de los virus infantiles es que se propagan a la velocidad de la luz y llegan a los adultos.

La faena es que cuando un adulto pasa por uno de estos virus infantiles se pasa una semana realmente jodido (hablando mal y pronto) mientras ves que tu pequeña fuente de virus tiene mocos como tú, tos como tú y hasta fiebre pero está con un buen humor y una energía… que ¡¡ni con 20 años!! por lo que te dan ganas de tomarte Dalsy o Apiretal a ver si tiene algún que otro compuesto que el ibuprofeno o paracetamol para adultos.

No sería la primera vez  que voy a urgencias del hospital con mi hija porque no le baja la fiebre ni con antipiréticos y tengo que “exagerar” los síntomas porque ella está gritando y riéndose cual loca por toda la sala de espera independientemente de que sean las 3 de la madrugada.

Eso sí, es ver a alguien con bata blanca que la tumba en la camilla y, empieza el show de la niña del exorcista. No hay manera de calmarla.

En definitiva, estoy planteándome pedirle a Papá Noel un uniforme de protección de protocolo para los virus porque la cantidad de veces que mi hija coge un virus es directamente proporcional a las veces que me lo pega. NO Falla.

Y a los que dicen que de tanto ponerse enfermo por virus infantiles uno se acaba inmunizando… ¿Cuánto dura ese “tanto ponerse enfermo”? Porque cuando no tengo mocos y tos, tengo algo digestivo. Y a estas edades ya no cuela pedirle a mami que me cuide y me dé mimitos mientras me duermo en su regazo.