Estaba yo prensando de qué iba a hablar en el post de esta semana cuando me acordé de que justo hoy es el Día de la Mujer
A parte de todos los temas que hay que conciliar
Esto unido a un artículo que he leído en Lifelabs Psychologies basado en un estudio llamado PIE Model desarrollado por Harvey J Coleman me ha dado qué pensar.
Según ese estudio el éxito profesional se basa en tres puntos clave:
Performance o Rendimiento en español: Tu habilidad de hacer tu trabajo de forma eficiente, correcta y concienzudamente.
Exposure o Visibilidad en español: Esto va sobre a quién conoces y quién te conoce. Por ejemplo: ¿Cuánta gente te conoce y sabe apreciar la calidad de tu trabajo? ¿Tus compañeros saben quién eres y valoran tus habilidades? ¿Cuántos de tus jefes saben quién eres, cuáles son tus habilidades, que tienes una actitud positiva y una gran ética de trabajo?
El artículo continúa diciendo que solemos ser muy buenas trabajando con un rendimiento estupendo pero no sabemos darnos a conocer.
Además en este artículo se hacen la siguiente pregunta: ¿Porqué fallamos o nos liamos con la Visibilidad? Y ponen una charla que Sheryl Sandberg (economista, autora y directora ejecutiva estadounidense, actual directora operativa de Facebook) autora de: Lean In: Women, Work and the Will to Lead, ofreció en TED el año 2010 sobre este tema y dando algunas claves.
Sheryl dice que la mujeres siempre subestimamos nuestras habilidades al contrario que los hombres que siempre se sobreestiman. Nosotras somos más modestas tanto con los logros como con nuestra capacidad de conseguirlo. Además, las mujeres atribuimos nuestros logros a factores externos mientras que los hombres se lo atribuyen a ellos mismos. Nosotras somos más de decir: “Gracias, ha sido logro del equipo”. En vez de darnos todo el crédito. Lo que ocurre es que en el mundo profesional la modestia no tiene premio.
Si quieres que la gente vea tus logros y sepa lo eficiente que eres debes decir que lo has hecho tú para ganar más visibilidad.
Hay otra cosa que me ha dejado marca de esa charla. Resulta que lo normal es que las mujeres no optemos a un puesto de trabajo si vemos que no cumplimos con todos y cada uno de los requisitos del puesto mientras que los hombres optan a todos sin excepción. Si le falta alguno de los requisitos ya se pondrá al día cuando toque.
Por lo que Sheryl dice debemos cambiar nuestra forma de pensar. Debemos pasar de “No estoy preparada para hacer eso” a “Quiero eso y ya aprenderé a hacerlo”.
Este vídeo me ha encantado y he visto lo difícil que es para las mujeres cambiar de actitud. Así que todo esto me ha dado que pensar. O sea que a los hombres no les resulta difícil decir a los cuatro vientos lo buenos y eficientes que son y en cambio las mujeres son más de “a ver si alguien se da cuenta”.
Y digo yo: ¿Y si esto es un comportamiento ancestral? Sí, de cuando vivíamos en las cuevas.
A ver, por lo que sabemos, los hombres salían a cazar y para ello debían demostrar (y creérselo) que eran los más valientes. Lo demostraban con las piezas que traían de vuelta y pavoneándose por el poblado delante de los demás de la tribu. De esa forma conseguían amedrentarlos y podrían llegar a ser jefe de la tribu. En resumen, que ellos llevan practicado el ATAQUE desde entonces.
Pero ¿y nosotras? ¿Qué hacían las mujeres? Pues se quedaban en la cueva (protegiendo su territorio) no fuera que se metiese otra familia (de lo que fuese). Calentábamos la cueva, le quitábamos las malas hierbas o lo que fuera para adecentarla un poco y protegíamos a los niños. Buscábamos alguna cosa para comer pero cerquita de la cueva ¿eh? No vaya a venir una bestia peligrosa que se llevase a los niños. Así que Nosotras llevamos practicando el PROTEGER desde entonces.
Te lo repito: Ellos están programados para ATACAR y nosotras para PROTEGER. Por eso ahora que nosotras también podemos y queremos ATACAR nos cuesta tanto hacerlo y a TODOS (hombres y mujeres) tanto aceptarlo.
Porque seamos sinceras, si vemos a una mujer pavoneándose como a un hombre pensamos ¿qué se habrá creído esa? Y es por eso que andamos con pies de plomo en este tema perdiendo de vista nuestra VISIBILIDAD, valga la redundancia.
Necesitamos practicar más y aceptar que ATACAR está bien y no es malo. A lo mejor para sentirnos bien atacando podemos pensar: ATACAMOS para progresar en nuestra vida profesional y PROTEGEMOS nuestra vida familiar
Nosotras somos las reinas de la sutileza así que podemos empezar atacando por ejemplo mediante la moda. Un ejemplo: Si vas con un total look marrón pasarás más desapercibida que si de repente a ese look marrón le añades un detalle en verde luminoso o rojo.
Un buen traje, vestido, maquillaje perfecto, peinado impecables considero que son herramientas válidas para, en tu vida profesional, dar un primer paso hacia nuestra Visibilidad (comentada al principio de este post). Pues una vez que has llamado la atención de tu interlocutor (verás cómo alguien se fija en ti) ese será tu “pie” para ATACAR: dile “lo bien que te ha salido tu proyecto X” o “lo involucrada que estás en el proyecto Y”. ¡Cuéntalo! No te cortes. ¡ATACA!
¡Feliz día de la mujer!
Foto de portada realizada con imágenes de Pixabay