Nueva entrega de la sección más variada. Una vez más vamos con un puñado de thrillers y alguna comedia (una de ellas involuntaria), dentro de algunos de mis últimos visionados en cine. INFILTRADO EN EL KKKLAN (Spike Lee, 2018) La nueva película de Spike Lee vuelve a hacer hincapié en el racismo, pero apuntando en esta ocasión hacia una organización tan lamentable como el Ku Klux Klan. Infiltrado en el KKKlan resulta una estimulante mezcla de géneros, ya que en ella encontramos thriller, comedia y sátira política. Pese a cierto componente de moraleja y discurso, la película consigue ganarse al espectador gracias a su inteligente desarrollo y al carisma de sus personajes. Aunque el ritmo se haga un poco extraño al principio, lo potente de la historia (está basada en un hecho completamente real) hace que poco a poco vayamos entrando en su juego y terminemos degustando con mucho agrado su propuesta. John David Washington y Adam Driver componen una impagable pareja, y entre el plantel de enormes secundarios cabe destacar al finlandés Jasper Pääkkönen. Muy agradable sorpresa. MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE (Drew Goddard, 2018) Drew Goddard, director de la fantástica The cabin in the woods (2012), vuelve a dar en en clavo con Malos tiempos en el Royale. Ayudándose de un heterogéneo reparto que constituye una de las grandes virtudes de la película, Goddard abraza el género negro aplicando una óptica que remite directamente al mejor Tarantino. A base de una serie de historias cruzadas, «Malos tiempos en el Royale» se apoya en una narrativa muy inteligente que sabe ocultar las suficientes claves para que el espectador quede enganchado a su trama desde el principio. Es esta una de esas películas en las que el ritmo no se ve ni mucho menos lastrado por mostrar la misma escena repetida desde diferentes puntos de vista. Aunque la aparición de cierto personaje durante el desenlace puede ser algo tramposa, en general la película supone una de las propuestas más sugerentes de la cartelera, con la que resulta difícil sentirse defraudado. THE GUILTY (Gustav Möller, 2018) Buen ejemplo de que se puede crear un thriller potente prescindiendo totalmente de secuencias intensas y de música trepidante. The Guilty triunfa a la manera en que lo hizo Locke (Steven Knight, 2013), basándose en la sobriedad de su propuesta y de un guion inteligente. La película transcurre enteramente en una sala donde varios policías reciben llamadas telefónicas de urgencia, y se centra en uno de los agentes, quien atiende una llamada que denuncia un secuestro. La trama se desarrolla a través de esas comunicaciones telefónicas, y compone una historia bien hilada. Tal vez su único punto negativo venga dado por la necesidad de introducir un giro sorpresivo que el espectador más avispado puede intuir. Por lo demás, la sobria interpretación de Jakob Cedergren aporta el remate a esta disfrutable producción. DURANTE LA TORMENTA (Oriol Paulo, 2018) Durante la tormenta es un mejunje casi indescriptible, que aglutina elementos que parecen sacados de películas como Frequency, Regreso al futuro y El efecto mariposa. En efecto, tenemos ciencia ficción en una película española, cosa muy poco habitual. Como sucedía en la reciente El aviso (Daniel Calparsoro), este tipo de temáticas no encaja bien con la idiosincrasia del cine español, convirtiendo este tipo de películas en verdaderos despropósitos. La intención es buena, y la ambientación está bien lograda hasta cierto punto, pero lo desastroso del guion casi hace de la película una comedia involuntaria. Tras El cuerpo y Contratiempo, lo de Oriol Paulo empieza a ser un género en sí mismo que, pese a que no hay por dónde cogerlo, empieza a hacerme cierta gracia. Por favor, siga usted intentándolo, señor Paulo.