X-MEN: FÉNIX OSCURA (Simon Kinberg, 2019)
Una vez más, se da excesivo protagonismo a personajes secundarios solo por el caché de las actores que los interpretan, cosa que unida a la nula solvencia actoral de Sophie Turner (que alguien la enseñe a cambiar la cara, por favor) concluyen en una nueva decepción.
La saga mutante demuestra estar más muerta que nunca, y casi da la sensación de que espera el momento de ser reflotada por las inefables Disney /Marvel.
TOLKIEN (Dome Karukoski, 2019)
LA INFLUENCIA (Denis Rovira, 2019)