SÚPER EMPOLLONAS (Olivia Wilde, 2019) Con una poco acertada traducción de su título original (Booksmart), Súper Empollonas sigue durante buena parte de su metraje los cánones de la comedia adolescente norteamericana nacida en los años 80, actualizando algunos de sus elementos al poner el foco en dos chicas nerds bastante particulares. Aunque la película gira durante su tramo final hacia el drama, explorando con bastante destreza el sentimiento de amargura y desilusión propio de la adolescencia, el conjunto no me parece todo lo compensado que se prometía. Aun así, el debut de Olivia Wilde como directora resulta perfectamente visible y proporciona algunos momentos muy graciosos cortesía de su humor grueso. El dúo protagonista formado por Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein lo clava, convirtiéndose en el gran reclamo de una película muy entretenida. EL CUENTO DE LAS COMADREJAS (Juan José Campanella, 2019) El director Juan José Campanella (El secreto de sus ojos) crea en El cuento de las comadrejas una historia de tintes teatrales, amparándose en la potente interpretación del veterano cuarteto protagonista. La película, aun abrazando su espíritu de producción menor, aguanta bien las dos horas largas que dura gracias a su tono de comedia negra con trasfondo dramático. Algunos de los diálogos que se establecen entre los personajes me parecen sublimes, cosa que unida al emotivo homenaje a la época dorada y clásica del cine, convierte a esta producción en uno de esos visionados que dejan un regusto muy agradecido, a pesar de los excesivos puntos de giro que plantea el guion durante su desenlace. Película recomendable. GHOSTLAND (Pascal Laugier, 2018) Pese a los premios recibidos por Ghostland, me encuentro con un enorme problema para poder disfrutar de su innegablemente interesante premisa. Más allá de lo tramposo que puede llegar a ser el guion, hay algunas decisiones que entorpecen para mi gusto el visionado. En primer lugar, la utilización de la banda sonora no es nada acertada, y junto a los horribles golpes de sonido contribuye a acercar a la película al tono de un telefilme de sobremesa. En segundo lugar, el montaje me parece poco medido, dando lugar a imágenes muy confusas cada vez que hay una escena de acción. Poner la cámara muy cerca de las actrices está bien, pero ese caótico montaje hace que el conjunto arruine cualquier tipo de atmósfera. Los giros de guion pueden sorprender más o menos, pero en general creo que Ghostland es un patinazo de Pascal Laugier. BLINDED BY THE LIGHT (Gurinder Chadha, 2019) Canto de amor al espíritu springsteeniano, Blinded by the light es un correcto drama con toques de comedia y musical que va en la línea de otras feel good movies vistas recientemente. Aunque en su metraje se contienen varios momentos un tanto vergonzantes, en general la película aguanta bien gracias al buen hacer del actor debutante Viveik Kalra y, sobre todo, en la gran utilización de las letras de Bruce Springsteen para adornar los mejores momentos del filme. Curiosamente, lo mejor de la película es el extraño contraste entre los temas del Boss y el dibujo que se hace del Luton de 1987 y la crisis que maltrató a la clase obrera de Inglaterra en esa época. Esa dualidad, en principio poco próxima, demuestra la universalidad del mensaje de Springsteen y su capacidad para influir en el individuo con la promesa del rock and roll. Me confieso poco objetivo aquí, pero me ha gustado.