Visionados en breve xxxi: 1917, el hombre invisible, the gentlemen, el huevo del dinosaurio

1917 (Sam Mendes, 2019)
Uno de los grandes bombazos de la temporada ha sido 1917, peliculón bélico que basa todo su potencial en un desmesurado y fascinante diseño de producción. Aunque su historia es resumible en pocas palabras, la gracia de la película reside en cómo se ha rodado. Sam Mendes ha optado por encadenar una serie de planos secuencia en los que el espectador no se aparta un momento de los dos soldados protagonistas. El efecto de inmersión es absoluto, y a nivel técnico la planificación es un prodigio. Ahora bien, bajo mi punto de vista la espectacularidad de 1917 se hubiera visto aumentada con planos más abiertos, cosa que demuestra la secuencia en la que uno de los protagonistas corre por encima de una trinchera. Tal vez la alternancia de planos secuencia con un montaje más tradicional hubiera resultado en algo aún más portentoso, pero tal y como ha quedado estamos ante una película de imprescindible visionado en pantalla grande. Muy disfrutable.
EL HOMBRE INVISIBLE (Leigh Whannell, 2020)
Leigh Whannell lleva ya varios años metiendo la cabeza en la vertiente mainstream del cine de terror actual, en especial bajo el auspicio de James Wan en sagas como Saw e Insidious. Con El hombre invisible, el director acomete una nueva interpretación del personaje clásico con interesantes elementos añadidos. La película sorprende por su marcadísimo componente de denuncia social, en cuanto a que nos presenta a un personaje principal femenino víctima de acoso y violencia de género. Creo que es este uno de esos casos en que terror y mensaje se funden con naturalidad para ofrecer un producto de entretenimiento de mayor calado de lo habitual en el género. Evidentemente, contamos con los típicos sobresaltos del terror moderno, pero la sensación es que están bien integrados dentro de la trama.
Tanto la dirección, mucho más pausada de lo esperado, como la interpretación de Elisabeth Moss (al contrario que la de algún sobreactuado secundario), elevan esta producción por encima de la media, convirtiéndola en una opción muy recomendable.
THE GENTLEMEN (Guy Ritchie, 2020)
La nueva película de Guy Ritchie abunda en muchos de sus reconocidos manierismos para volver a ofrecer una historia de gángsters londinenses. Esto puede sonar a repetitivo, pero cuando las cosas se hacen bien, no veo nada de malo en ello. Y The Gentlemen está muy bien hecha.
La dirección de Ritchie está, si acaso, más medida que en anteriores películas, resultando quizás el ritmo algo menos desenfrenado pero igualmente estilosa. El guion me parece bastante cuidado, conteniendo los suficientes giros como para sorprender y mantener interesado al espectador. Y el reparto, además de su coralidad, es brutal. Matthew McConaughey, Charlie Hunnam o Colin Farrell están magníficos, pero ojo a la interpretación de un Hugh Grant muy diferente a su típico papel de galán. Su personaje es un caramelo que otorga un plus a la película.
Pese a la tibia recepción de la crítica, encuentro que The Gentlemen es otra pieza muy disfrutable del director, y la recomiendo sin titubeos.
EL HUEVO DE DINOSAURIO (Quan'an Wang, 2019)
La sinopsis de El huevo del dinosaurio nos habla de la aparición del cadáver de una mujer en las estepas de Mongolia, y de cómo una pastora del lugar ha de guardar el cuerpo durante la noche. Todo esto está en la película, pero la sorpresa llega cuando dicha premisa apenas tiene importancia en la trama. En realidad estamos ante un filme puramente contemplativo cuya trama queda reducida a la mínima expresión, abandonándose a un carácter cuasi documental con toques de cine experimental. La utilización de planos abiertos con la cámara muy lejos de la acción me gustó al principio, pero pronto se convirtió en un estorbo. El ritmo es nulo, y tal vez sea esta una de las películas más lentas que he visto nunca. Pese a la belleza que el director logra generar con algunas estampas, El huevo del dinosaurio me ha parecido un tostón importante.